De un tiempo a esta parte, las apariciones públicas de Julio Iglesias son muy escasas. El cantante tiene un perfil cada vez más bajo y sus apariciones musicales se pueden contar con los dedos de una mano. A pesar de que en solo unos días tiene previsto comenzar una gira mundial de conciertos (que podría ser la última), el hijo del entrañable Papuchi quizá no pueda hacer frente a sus compromisos. Su ausencia en un importante momento ha hecho que todas las alarmas se enciendan.
Una historia de superación
> Julio Iglesias es un auténtico ejemplo de superación, una muestra de que los sueños se cumplen. El primogénito del doctor Iglesias Puga y María del Rosario de la Cueva y Perignat demostró desde niño unas dotes excelentes para dedicarse al deporte. A base de duros entrenamientos y sacrificio, llegó a ser portero del Real Madrid. Sin embargo, un accidente de tráfico truncó su carrera deportiva. A pesar de eso, la fortuna siguió sonriéndole.
El madrileño ocupó el vacío que le dejó el deporte con otro hobby: la música. Pronto encontró en la guitarra su pasatiempo perfecto. Fue acompañando la música de letra y el resto ya es historia conocida por todos. Julio Iglesias ha conseguido ser uno de los artistas más laureados de todos los tiempos. De hecho, es la persona que más discos ha vendido en más idiomas en el mundo; también el artista latino que más discos ha vendido en la historia. Sin embargo, el final de esta trayectoria parece estar más cerca de lo esperado (y deseado).
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Un alarmante deterioro
> Uno de los motivos por los que Julio vive alejado de los focos es porque su estado de salud está debilitado. Las secuelas físicas que le han quedado de su grave accidente de juventud son ahora más evidentes que nunca. En aquel momento le dijeron que no podría volver a caminar y lo consiguió. Pero como dice el refrán, de aquellos barros, estos lodos. Él insiste en que está bien y que sigue hecho un toro, pero la realidad es bien distinta.
Hace solo unas semanas veíamos, al fin, unas fotos de Iglesias, que tiene su residencia fijada en una urbanización de lujo de Punta Cana. Unas imágenes que dejan claro su enorme deterioro físico. La espalda del artista está completamente destrozada. Tiene cada vez menos movilidad y, por tanto, su masa muscular está altamente debilitada. Así, le resulta muy difícil poder seguir con la vida activa que siempre ha llevado. Sin embargo, ha habido una gota que ha colmado el vaso y que ha generado una enorme preocupación entre los que le conocen.
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La inesperada ausencia que cambia todo
> La noche del domingo 10 de enero estaba fijada su esperada reaparición pública. Julio Iglesias formaba parte de la lista de invitados a los premios Grammy 2019. Una noche muy especial en la que estaba todo preparado en el Staples Center de Los Ángeles para su visita. Es más, era el único que sabía que saldría de allí por la puerta grande. Julio Iglesias había sido informado con anteriorirdad de que recibiría un premio honorífico por su brillante carrera.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, Julio no asistió. Era su gran noche y se la perdió. Además, por voluntad propia y sin avisar. Todos los invitados y periodistas daban por hecho que escucharían en directo Gwendolyne, De niña a mujer o Soy un truhán, soy un señor. Pero el padre de Enrique iglesias declinó la invitación. Todo apunta a que su salud le está jugando una mala pasada. De hecho, faltar a una gala tan importante da pie a pensar que su gira de conciertos, que empieza este 15 de febrero, corre peligro. Y mucho.
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Un varapalo judicial con el que no contaba
> La salud de Julio ha caído en picado. El paso del tiempo no perdona, pero lo cierto es que los disgustos que está recibiendo en el plano personal tampoco ayudan. Más bien todo lo contrario. El artista está viendo cómo su imagen pública queda manchada por culpa de una presunta paternidad. Javier Sánchez Santos está dispuesto a llegar hasta el final por demostrar que es su hijo, algo que al cantante le ha sentado como un jarro de agua fría.
A pesar de que tiene un equipo de abogados que se encarga de orientarle en cada movimiento, lo cierto es que para Julio no está siendo fácil todo esto. El juicio de paternidad se ha atrasado y, finalmente, no se celebrará en marzo. Sin embargo, el cantante no puede cantar victoria. Si las pruebas de paternidad del padrastro de Javier dan negativo, tendría que hacérselas él. En caso de que siga negándose, será alguno de sus hijos el que tenga que cumplir con la justicia.
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Un amor que le hace recuperar la sonrisa
> El nombre de Julio también está últimamente muy presente en los medios por asuntos menos escabrosos aunque igual de polémicos. Se le atribuye un romance pasado con Makoke. Ha sido el ex de la modelo, Kiko Matamoros, quien ha revelado que ambos estuvieron enamorados y que incluso Iglesias quiso casarse con ella. Sin embargo, aquello se acabó y enseguida se cruzó en su vida Miranda Rijnsburger, la mujer con la que Julio lleva casado más de dos décadas.
Lejos de traerle problemas, lo cierto es que Julio se ha divertido mucho al enterarse, por casualidad, de que en España este tema está de rabiosa actualidad (con perdón de Belén Esteban y Jesulín). Navegando por Internet es como llegó hasta estas noticias. Y como por su vida han pasado más de 3000 mujeres, pidió a las personas que trabajan para él que le consiguieran el currículum de Makoke. Sin embargo, tras revisarlo, aseguró no conocerla. Eso sí, todo esto le ha venido bien para vestirse una sonrisa en tan duros momentos.
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