El nombre de Andrea Rodríguez no es conocido para el gran público, pero todo cambia si decimos el del hombre más importante de su vida, Pablo Raéz. El joven nos enseñó a no tener miedo y a no ponerte límites sea cual sea tu situación. El malagueño fue y sigue siendo un verdadero ejemplo de superación; una fuente de inspiración en la que basarnos cuando la vida nos pone a prueba. Una historia que ahora su novia ha querido dejar plasmada en un libro gracias al cual descubrimos todos los detalles del increíble cambio de rumbo que ha dado su día a día.
La inolvidable lección de un luchador
> Por desgracia, Pablo Ráez no es la primera persona con leucemia mieloblástica aguda ; tampoco la última. Pero el joven supo marcar la diferencia y demostrar que en la enfermedad, todo depende de tu actitud. La suya no podía ser mejor. Es cierto que el desenlace fue nefasto. Murió en febrero de 2017 tras dos trasplantes, pero con su energía, su vitalidad y su optimismo ayudó a muchas personas que atravesaban la misma situación que él.
Con 20 años, tenía toda la vida por delante e infinitas ganas de seguir. Fue diagnosticado de esta terrible enfermedad cuando le hicieron un preoperatorio para someterse a una cirugía de la rodilla. Entonces, su mundo cambió. Pero él no se vino abajo. Convirtió aquello en una oportunidad de crear un mundo mejor. De este modo, se esforzó por llegar al público y concienciar, mediante redes sociales, de lo importante que es donar médula. La campaña, a la que acompañaba su frase, Siempre fuerte, fue un éxito. Las donaciones se dispararon en España e incluso fuera de nuestras fronteras.
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Una historia de amor truncada por el destino
> En este pedregoso camino del que quiso desde un primer momento hacernos partícipes a todos, Pablo llegó al corazón de anónimos y famosos que aplaudieron esa capacidad de transformar los problemas. Una virtud que nunca flaqueó gracias también al apoyo incondicional de su familia, sus amigos y su novia. Andrea Rodríguez jugó un papel muy importante en su corta vida. Su relación duró solo un año, pero ambos vivieron un romance de película que perdura con el paso del tiempo. No tiene barreras.
La joven ha querido ahora rendirle un homenaje mediante un libro llamado Cuando nos volvamos a encontrar. Una publicación con la que pretende que el público le siga teniendo tan presente como ella. Era un supehéroe y no está dispuesta a que su importante legado caiga en saco roto. Así, a lo largo de estas páginas comparte por primera vez las vivencias más íntimas al lado de Pablo. Desde que le conoció empezó a escribir un diario que ahora comparte con los lectores. Un testimonio duro y sobrecogedor pero tal real como la vida.
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Un homenaje que mantiene vivo a Pablo
> La andaluza se esfuerza por cumplir el letimotiv de su gran amor, que solía decir con gran inteligencia que «la muerte no es triste, lo que es triste es no saber vivir». Además, confiesa que Pablo está muy presente en su día a día. «Está a mi lado, hablo con él y recibo sus mensajes. Lo que me transmite no puede verbalizarse pero siento que me da fuerza para seguir creyendo en el amor y en la vida, también en los sueños», decía del joven al que define como su alma gemela.
Cuando se van a cumplir dos años de la triste desaparición de Pablo, Andrea se atreve a romper su silencio. La joven no solo habla por primera vez de esta brutal experiencia que marcó un antes y un después sino que se abre para contar cómo es ahora su vida. El yoga hizo que conociera a Ráez, quien se apuntó a las clases que ella impartía. Este deporte es el que, curiosamente, la ha ayudado ahora a seguir adelante, a mirar el futuro con optimismo y a no tirar la toalla pase lo que pase.
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Así se desarrolla ahora su día a día
> «Al principio yo lo que quería era mantenerme al margen y desaparecer de los medios, encerrarme en mi casa a lamerme las heridas y empecé a hacer una escritura terapéutica. La idea no era hacer un libro pero mi sueño era ver los textos de Pablo en papel», comentaba Andrea, quien dice estar segura de que va a reencontrarse con Pablo. «Nos hemos visto en sueños. La muerte es solo una transformación de la vida», explicaba en una entrevista concedida a Pronto.
«Ahora he encontrado una nueva ilusión en el desierto del Sáhara. Allí doy clases de yoga al pueblo bereber. Me enamoré de su cultura, de su forma de vivir… También del silencio de las dunas y de la paz que allí se respira», aseguraba en el medio anteriormente citado. Además, revela que está abierta al amor, que no ha cerrado las puertas pero tampoco lo busca. Y es que ella tiene claro que como Pablo no habrá nadie. «Es el hombre de mi vida y lo será hasta que nos volvamos a encontrar».
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Un apoyo eterno e impagable
> En esta incursión de Andrea en los medios, también habla de la familia de Pablo, a la que tiene un enorme cariño. «Ellos han asumido como han podido su adiós. Todo el mundo le adoraba y le echan muchísimo de menos», contaba sin dar más detalles. Eso sí, aprovecha para elogiar el papel del que fuera su suegro. «Pablo y su padre estaban muy unidos, tenían una conexión muy profunda desde el humor. Verlos juntos aportaba una gran energía», cuenta.
El que también sigue muy vinculado a todo lo que tiene que ver con Pablo Ráez es Dani Rovira. El actor conoció el caso por redes sociales y, aprovechando que también es de Málaga, quiso conocer al joven. Desde que se vieron en el hospital forjaron una gran amistad. De hecho, el novio de Clara Lago está participando en la promoción del libro y fue una de las primeras personas en ver el resultado.