A pesar de que comenzaron su relación con mucha pasión, el amor entre Shakira y Piqué parece que está desapareciendo poco a poco. Los rumores de crisis se hacen cada día más evidentes y ninguno de los implicados en esta crisis amorosa sale a desmentirlos. A todo esto hay que añadir que las broncas públicas son cada vez más habituales y que, aunque intentan calmar la situación con fotos familiares en las redes sociales, las sonrisas no se pueden fingir.
El estado de salud de la cantante en el último año podría haber agravado esta situación ya que, según le dijeron los especialistas, tendría que volver a aprender a cantar. Esto influiría en el ánimo de la cantante de barranquillas y en la relación que mantenía con Piqué. Pero, ¿Es ese el único motivo? Estamos seguros de que no.
¿Cuáles han sido las broncas públicas de Shakira y Piqué que nos hace sospechar de una gran crisis de pareja? Vamos a conocerlas a continuación.
1Shakira y Piqué montan una escena en un restaurante barcelonés
Hace ya algunos meses, la revista Cuore sacó a la luz un episodio amargo en la vida de la cantante colombiana y el defensa central del Barcelona. La pareja tuvo una gran discusión dentro de una crepería barcelonesa en compañía de sus dos hijos pequeños. Al parecer, habían quedado para almorzar en familia, pero ninguno de los dos esperaba terminar de una forma tan trágica la velada.
El primer indicio de crisis fue que llegaron por separado. Primero fue Shakira, que vestía ropa deportiva y no llevaba nada de maquillaje con la esperanza de que nadie la reconociera. Minutos después llegó Piqué acompañado por sus dos hijos, Milan y Sasha. El saludo de la pareja fue de todo menos cariñoso. Piqué agarró por la muñeca a la cantante y la llevó dentro del restaurante.
Una vez sentados, el futbolista pidió un plato de pasta, pero Shakira prefirió no pedir nada. La revista relata que la cara de Shakira era un drama. Tenía lágrimas en los ojos y cara de enfado, pero aún no había estallado.
Minutos después de que llegase la comida, la cantante no aguantó más. Se echó a llorar y empezó a discutir con el padre de sus hijos por su tardanza. Le recriminó que siempre llegaba tarde y enfadado, algo que a ella le dolía mucho. El jugador, por otra parte, le dijo que le estaba avergonzando delante de todo el mundo, incluidos sus hijos.
La tensión entre ambos duró toda la comida. Al salir, cada uno tomó un camino diferente y ni siquiera se despidieron.