Lo suyo ha sido una relación tormentosa, llena de altibajos. Un amor breve pero muy intenso. Sin embargo, cuando María Jesús Ruiz y Julio Ruz decidieron embarcarse conjuntamente en la aventura de Gran Hermano DÚO, jamás imaginábamos que tendríamos que ser testigos de ciertos episodios. Unas tensas situaciones que han acabado con la expulsión disciplinaria de él y con una conversión total de la modelo: de villana a víctima.
Un amor lleno de sobresaltos
> Tras su sonada relación con José María Gil Silgado, parecía que María Jesús Ruiz encontraba al fin la estabilidad que deseaba. El añorado príncipe azul llegaba a su vida. El destino hacía que se volviera a cruzar con un amigo del pasado al que pronto vio como algo más que su paño de lágrimas. La relación de la que fuera Miss España y Julio Ruz se desarrolló a gran velocidad. Tanto, que en solo ocho meses ya estaban esperando su primer bebé en común. La pequeña María Jesús Ruz Ruiz nacía en julio de 2017.
Pero las cosas entre ellos no tardaron en hacer aguas. Así, poco después de formar una familia, ella la rompió para volver a los brazos de Gil Silgado. Una reconciliación que llamó enormemente la atención puesto que la propia María Jesús había asegurado ser víctima de malos tratos por parte del empresario. Quizá abrumada por la presión, volvió corriendo a los brazos de Julio, con el que comenzó los preparativos de su gran boda. Un enlace que, como cabía esperar, nunca llegó. Pero ella es experta en dejar puertas (y ventanas) abiertas, así que su vida sigue dando mucho que hablar.
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Del enfrentamiento a la convivencia
> La relación entre María Jesús y Julio estaba en su peor momento. Separados aunque condenados a entenderse por su hija, creyeron que el dinero es lo más importante. Así, aceptaron entrar juntos a convivir en la casa de GH DÚO. Un programa que ha sido testigo de discusiones diarias entre ellos. Reproches, llantos, enfados… El resto de habitantes no soportaban más el continuo drama, pero todo cambió de manera radical. Asistieron atónitos a un acercamiento que incluso parecía que acabaría con una hora sin cámaras.
Lo que no podían predecir es que serían testigos directos de un comportamiento inaceptable por parte de Julio. El empresario enseñaba su peor cara mostrándose ante el público como alguien obsesionado. Tras firmar la paz, él pensó que la madre de su hija menor estaba dándole una oportunidad. Dio rienda suelta a sus sentimientos y sacó la artillería pesada. Pero lo hizo de la peor manera posible. Los habitantes de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra pusieron en preaviso a María Jesús, que quiso quitar hierro al asunto.
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El ocaso televisivo de un lobo con piel de cordero
> Julio comenzó a ir constantemente detrás de su ex, acorralándola, agarrándola e intentando besarla. No aceptaba un no por respuesta y cada vez perdía más el norte. María Jesús no se quejaba, algo que puede traducirse como que está acostumbrada a este tipo de vivencias a su lado; ha sido protagonista de relaciones tóxicas. Pero aunque ella no comentara su malestar y se desenvolviera con soltura, la cúpula decidía intervenir. Todo el equipo optaba por tomar medidas drásticas. No valen los meros avisos con comportamientos machistas y retrógrados.
«Quería comunicarte que la dirección del programa ha decidido que abandones la casa por conducta inaceptable», le decía el director del programa en pleno directo. Él no intentaba ni siquiera defenderse, agachaba la cabeza y acataba las órdenes. Salía por la puerta de atrás convertido en una persona non grata. Ruz ha pasado en muy pocas semanas de tener al público en el bolsillo durante las primeras semanas a cavarse su propia tumba. Está totalmente acabado y, en principio, no se espera que el programa le dé la oportunidad de explicarse o pedir perdón. Julio Ruz ha pasado a formar parte de la lista negra de Mediaset, y con ello ha acabado su chollo de ganar dinero fácil.
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La reacción de una casa que ya estaba en alerta
> Minutos después, y mientras todos daban por hecho que Julio estaba en el confesionario, Jordi González soltaba el bombazo. «Julio no va a volver porque el programa ha decidido expulsarlo por comportamiento intolerable, por conducta inadecuada. ¿Qué pensáis vosotros? Me gustaría saberlo», decía el presentador de los debates. Las respuestas no se hacían esperar. Y es que, aunque no esperaban la noticia, a nadie le extrañó que la dirección interviniera.
«A mí la verdad es que ahora me da pena pero he vivido varios episodios un poco… No pensé nunca que iban a tomar esas medidas», comenzaba a decir María Jesús. «Me he quedado en estado de shock porque me da pena, pero si te soy sincera quería que este jueves se fuera él. Que me perdone pero es verdad. Me he sentido agobiada pero no quería que lo echaran… Vosotros habéis visto las cosas», decía la ex Miss España. Ella ahora cuenta con todo el apoyo de sus compañeros, quienes ya intentaron tenderle una mano cuando vieron que Julio se intentaba sobrepasar con ella.
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La jugarreta de Julio Ruz al equipo del programa
> Los psicólogos que trabajan en Gran Hermano se dieron cuenta enseguida de que el cambio de actitud de Julio podía llegar a ser peligroso. Además, gracias a María Jesús se enteraron de que no estaban siendo conscientes de todo lo que ocurría dentro. Es cierto que están rodeados de cámaras las 24 horas del día, pero Ruz fue más listo y se buscó una estrategia para manipular y coaccionar a la mujer de la que dice estar enamorado sin que nadie se enterara. Frente a todos daba una imagen que ha resultado distar mucho de la realidad.
«Julio estaba escribiendo en su blog y entonces cuando me ha dado el ordenador y lo he abierto había un escrito para mí. Me ponía que nos teníamos que unir y que yo le daba asco, pero que estamos en televisión y que ahora lo que tenemos que hacer es unirnos para que no nos echen. Yo no me voy a unir a tu en la vida, asqueroso. Me tiene amargada, está todo el tiempo persiguiéndome», decía María Jesús en el confesionario sin reprimir las lágrimas. Esta fue la gota que colmó el vaso. La historia, sin embargo, no ha hecho más que empezar.