Ellas se empeñan en negarlo, pero su comportamiento cada vez deja más en evidencia que Nagore Robles y Sandra Barneda no están juntas. Mientras que la periodista prefiere dar la callada por respuesta y mantenerse ajena a todo, la que fuera concursante de Gran Hermano no puede (ni quiere) estar callada. Sus ganas de protagonismo están por encima del bien y del mal y la han llevado a sumergirse en una espiral de mentiras que desvelamos a continuación.
El inevitable choque de dos fuertes personalidades
> Sandra y Nagore han cambiado mucho a lo largo de estos dos años que dura su relación. Al principio hicieron las cosas en total secreto, manteniendo esas primeras citas en la más estricta intimidada. Nadie, excepto los más allegados, sabían que estas dos mujeres eran algo más que compañeras de plató. Un comportamiento muy fiel al carácter de Barneda. La catalana es reservada hasta el extremo y poco amiga de airear su parcela privada.
Sin embargo, luego todo eso cambió. Cuando su amor era ya un secreto a voces, Nagore, una mujer obsesionada con la fama, hacía alarde de su felicidad siempre que tenía ocasión. Varias son las ocasiones en las que ha colgado fotos de las dos en las redes sociales. Es consciente de que esos gestos son un trampolín para ocupar titulares en los medios de crónica social. Incluso compartió en su canal de Youtube un vídeo en el que, supuestamente, pedía la mano de su chica. Un momento que se convirtió posteriormente en el inicio de su declive como pareja.
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Una decisión drástica y sin vuelta atrás
> Tal y como avanzó Cotilleo.es en exclusiva, Sandra y Nagore atravesaron una fuerte crisis tras el verano. Aunque ambas pusieron de su parte durante meses para solventarla, sus diferencias estaban muy por encima y decidieron emprender caminos separados. Barneda le comentó a su grupo de íntimos que las cosas entre ellas eran insostenibles. Llegaron a un punto en el que tenían que parar antes de que eso se transformara en una relación tóxica.
Por su parte, Nagore abandonó el piso que compartían (perteneciente a Sandra) y se compró uno propio. En el barrio de Chueca, y a tan solo diez minutos del que había sido su nidito de amor, la polémica asesora de Mujeres y Hombres y Viceversa adquiría una amplia vivienda. Irremediablemente, no había ya vuelta atrás. Eso sí, han preferido parar a tiempo y que entre ellas se mantenga, al menos, la amistad. Al fin y al cabo están condenadas a entenderse puesto que trabajaban en el mismo sitio.
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Un viaje en solitario que resuelve todas las dudas
> Su ruptura es ya un hecho, pero Nagore no quiere reconocerlo. Al menos, públicamente. Quizá la vasca está esperando a que le ofrezcan dinero para contar toda la verdad. Mientras, se sumerge en una espiral de mentiras con la que está quedando retratada. La última de ellas es especialmente significativa. Asegura que ha estado este fin de semana en Sevilla junto a Sandra. Y es que la presentadora se encargó de retransmitir los premios Goya desde la ciudad hispalense.
Sin embargo, Nagore estaba a primera hora del domingo en Madrid, concretamente en el parque del Retiro paseando a su perro. Es cierto que podía haber llegado de madrugada, pero en ningún momento pisó el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla; tampoco la estación de Santa Justa. Es más, las cámaras de Europa Press captaron a Sandra llegando sola e incluso hablaron con ella.
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Siempre en el ojo del huracán
> En estos convulsos días, Nagore ha optado por dar que hablar. Ella está dispuesta a todo por seguir en el candelero. Así, se ha asegurado unos minutos de gloria recurriendo a una de las polémicas más candentes: la de los taxis. Así, se metía en medio de una discusión de una señora con un conductor y acababa siendo ella la protagonista del enfrentamiento.
«A mí no me insulte, ¿vale? No me insulte. Ni tonta, ni imbécil, ni idiota, ni nada, ¿vale? No vuelva a insultar, no haga eso. Que hay muchos taxistas en esta vida que tienen mucha más educación», decía mientras retransmitía el momento en redes. «No me suelo meter en este tipo de historias, pero el taxista estaba insultando a una mujer y le he dicho que no gritara y que no fuera agresivo y entonces me ha gritado a mí. Ha sido totalmente descortés, maleducado, agresivo…», explicaba.
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Dos caminos separados y opuestos
> Por su parte, Sandra se mantiene fiel a sus principios y huye de todo aquello que pueda situarla en la palestra. «Me voy a quedar tal y como estoy, congelada», decía a los reporteros que le preguntaban por su ruptura nada más llegar a Sevilla. Además, consciente de que es objetivo de los flashes, lo que ha hecho es poner tierra de por medio y evitar ser fotografiada en este duro momento.
La catalana, que espera regresar al trabajo en primavera para ponerse al frente del debate de Supervivientes, ha puesto tierra de por medio. Considera que es la forma más higiénica y saludable de dar carpetazo a los problemas. Ha esquivado una vez más la polémica yéndose a Portugal. En Sesimbra ha impartido un taller literario que la ha servido como terapia. En estos momentos la escritura está siendo una auténtica tabla salvavidas.