Primero fue Chabelita y después Isa. La hija de Isabel Pantoja va en caída libre. Ha decidido deslizarse por el lado frívolo y mundano de la vida. Toda acción tiene su reacción. Isa puede perderlo todo si no frena a tiempo.
¿Dónde quedó aquella niña dulce, estudiante laureada, hija entregada, hermana devota, deportista y que nada quería saber de la fama? Así se describía entonces a Chabelita Pantoja. Paradojas de la vida, su nombre mutó en Isa aquella tarde en que leyó su futuro en el papel cuché. Y entonces nació Isa, por supuesto, Pantoja. Había llegado el momento de que aquel apellido, que no fue suficiente para ser considerada una más en la familia, le reportara algún beneficio.
La de Isa Pantoja es una historia plagada de medias verdades. Suelta una frase y deja que sean los demás quienes desarrollen la historia. No se le puede echar toda la culpa a ella si tenemos en cuenta que somos la suma de nuestras vivencias. Dice su madre que Cantora no es el Castillo del Conde Drácula. Sin embargo, escuchando la versión de su hija, entran ciertas dudas.
Isa quiere vivir deprisa, en una juerga eterna, en un mundo donde no existen obligaciones y todo es fiesta. Lo suyo es beberse la noche a grandes sorbos en un bar llamado dolce far niente. Su máxima, la búsqueda del amor. Es ahí donde concentra la mayor parte de su esfuerzo. Alumna aventajada en las clases de flirteo, Isa ha desarrollado una técnica que hace que muchos de los hombres que han pasado por su vida sigan enganchados a ella.
Imposible analizar al personaje sin pasar por su faceta de madre. Asegura que a su hijo nunca le faltará el amor que ella no tuvo. Sin embargo, el día a día de Alberto lo llevan otras personas. ¿Lo ves, Isa? Si es que al final acabamos repitiendo los patrones que hemos visto en casa. Te quejas de que te faltó afecto en tu infancia y tú estás haciendo lo mismo. ¿Estás segura que no te van a pedir explicaciones de la misma forma en que tú las has pedido?
Recuerda, Isa, esto es la vida, lo haces, te lo hacen. Leo que te has ido de vacaciones a Colombia. Imagino que huyendo de la quema que ha levantado tu última entrevista. Como personaje, tienes poco interés. Por tanto, entiendo que tengas que dar titulares de alto voltaje, que son todo un directo a la mandíbula de tu madre y tu hermano, para seguir en el ring rosa.
No olvides Isa que hay escalones que no pueden bajarse porque entras en zona de peligro. Y de ahí no hay quien te saque. Son más propensas a caer en ese agujero las personas que priorizan la buena vida sobre todo lo demás. Y en esa línea, cuando te das cuenta, estás en el fondo del pozo y nadie te echa una mano. Tuvieron que soltarte antes de que cayeras para no hundirse contigo.