A pesar de que lleva casi dos décadas trabajando de manera incesante, lo cierto es que Kiko Hernández tiene que hacer ahora frente a una situación económica complicada. La realidad es que ha podido amasar en este tiempo una importante fortuna, pero la inesperada quiebra de uno de los negocios que más beneficios le estaba dando hace que sus ingresos se vean notablemente reducidos mientras que los gastos se mantienen. Un duro revés que tiene muy preocupado al colaborador más enigmático de Sálvame.
Sorprendente giro de los acontecimientos
> Fue camarero, vendió libros e incluso fundó su propia inmobiliaria. Sin embargo, la rutinaria vida de Kiko Hernández cambió para siempre cuando se presentó al casting de Gran Hermano. Tras varias pruebas contaron con él como concursante de la tercera edición. Desde entonces, nada volvió a ser igual. El reality fue su trampolín, su salto a la televisión, donde ya tiene un hueco fijo. Su sarcasmo, sumado a lo directo e incisivo que es, hacen del madrileño un valor seguro como tertuliano. Estando él, la polémica está asegurada.
Todos los programas por los que ha pasado le han servido para aumentar de forma significativa su cuenta corriente. Además, Kiko es un hombre austero cuyos gustos no implican un fuerte desembolso. Tiene un importante colchón económico que nunca pensó que se reduciría tan pronto. Pero así es la vida, las cosas cambian de un día para otro y hay que hacer frente a los avatares. De este modo, se enfrenta a una situación difícil y totalmente inesperada.
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La verdad que esconde su salto al cine
> Quizá el hecho de temer que este momento podría llegar es lo que ha hecho que Kiko se embarque en la andadura de la interpretación. Cabe recordar que recientemente hemos sabido que da el salto a la gran pantalla, donde representa a un cura. Algo que le obligará a trasladarse temporalmente a la República Dominicana para terminar de filmar este largometraje puesto en marcha por Ídolo Films. Un trabajo que tiene fines solidarios.
Este proyecto le reportará una importante inyección de cash en sus cuentas. Una cifra que por ahora no ha trascendido pero que, presumiblemente, es mayor a la que gana en Sálvame. Y eso que el sueldo que recibe del buque insignia de La Fábrica de la Tele es muy suculento: por cada programa le pagan más de mil euros. Si contamos que aparece cada día y además participa en el Deluxe, Kiko alcanzaría la cifra de los 10.000 euros por semana.
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Un precipitado adiós marcado por las deudas
> Tremendamente ambicioso, su estratosférico sueldo le resulta insuficiente. Así, Kiko decidió oficiar enlaces. Tras la buena acogida del programa nupcial que presentaba en Mediaset, aprovechó el tirón e hizo un negocio redondo. Cada fin de semana casaba a gente en una finca llamada Quinta de los Rosales, ubicada en la localidad toledana de Yunclillos. Su éxito allí era total, la gente esperaba meses para contar con su presencia en el «sí, quiero». Los que dirigían la finca decidieron nombrarle director de Marketing y Comunicación.
Por cada pareja a la que convertía en marido y mujer le daban 700 euros. Pero ese importante ingreso ha desaparecido de la noche a la mañana. Esta finca echaba el cierre a finales del pasado. Y parece que no hay vuelta atrás. Las deudas de los dueños con proveedores y trabajadores han dejado a Kiko Hernández en el paro (además de a muchas parejas colgadas sin sitio para su gran día).
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Viaje al pasado
> Pero Kiko no ha tardado en mover ficha para conservar su fortuna (repartida también entre distintas empresas que nada tienen que ver con el mundo mediático). Así, al ver que ya no va a poder contar con el dinero que ganaba como casamentero, ha dicho que sí a otro proyecto televisivo. Y lo ha hecho sin pensárselo dos veces.
De la mano de su segunda casa retoma sus dotes como comercial. Acaba de estrenar Mejor llama a Kiko. Se trata de un espacio de televenta emitido a partir de las 3 de la madrugada. En él, Hernández promociona diferentes productos de los espacios de Mediaset: el reloj Attitude de Más que coches, la pulsera de la felicidad de Volverte a ver, la pulsera personal Viva la vida o el anillo tiara real de Sábado Deluxe.
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Su obsesión: Abril y Jimena
> Kiko hace todo lo que está en su mano para tener una solvencia económica que garantice a sus hijas un futuro desahogado. A pesar de su fama de tacaño, con Abril y Jimena no escatima en gastos. Para las niñas, que acaban de cumplir dos años, ha elegido un centro escolar de élite en el que todas las clases son en inglés aunque también fomentan el aprendizaje de otras lenguas como el alemán o el chino.
Hernández también invierte una importante cantidad de dinero en velar por la seguridad de sus hijas, a las que se esfuerza por mantener en el anonimato. Rara vez habla de ellas en televisión y tan solo ha posado a su lado en un ocasión, cuando eran bebés. Quiere que crezcan lejos de la televisión, algo que resulta incoherente si tenemos en cuenta que es la mano que le da de comer.
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