La infanta Cristina vive momentos delicados. Tiene que tomar una importante decisión que afecta a todos los miembros de la familia real. De ella depende su futuro. Las cosas pueden continuar en línea positiva o bien virar hacia lo negativo. Doña Sofía quiere que su hija decida con la cabeza. Que sopese los pros y los contras antes de ponerse en un punto sin retorno. ¿Qué dilema le quita el sueño a la mediana de don Juan Carlos y doña Sofía? Te lo contamos todo a continuación.
La infanta Cristina ya no llora por Iñaki
No ha sido fácil para la infanta Cristina volver a ser admitida en el seno familiar. Al principio, ella se revolvió contra la decisión de don Felipe. La consideraba injusta y proclamaba que su marido era inocente. En su vehemencia, la infanta llegó a comentar a personas de su confianza que los reyes habían escogido a Iñaki Urdangarín como chivo expiatorio. Exclamaba que se trataba de una medida ejemplarizante destinada a hacer llegar el mensaje de que en Casa Real no había lugar para corruptelas.
De la infanta del Caso Noos a la de ahora hay mucha diferencia. Cristina ha recuperado a su familia y eso es algo que necesitaba con urgencia. Aunque sabe que don Felipe y doña Letizia han decidido no compartir espacio con ella, le da igual porque tiene a sus padres y a su hermana. Doña Sofía, don Juan Carlos y la infanta Elena han sido el sostén en los momentos de máxima dificultad de Cristina.
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La infanta Cristina necesita ayuda psicológica
Cristina ha pasado de ser bien recibida en los mejores ambientes a convertirse en una paria. Quienes ayer le daban la mano, la soltaron en pleno vuelo. Su intención inicial era seguir residiendo en Barcelona. Sin embargo, la ciudad donde vivió sus días más felices se convirtió en hostil para ella y los suyos. A Iñaki lo insultaban por la calle y los hijos del matrimonio lo pasaban mal en el colegio por lo que tenían que escuchar de sus compañeros.
Fueron don Juan Carlos y doña Sofía quienes aconsejaron a su hija que empezara una nueva vida en Ginebra. Allá se trasladó toda la familia y eso fue un soplo de aire fresco. Hasta el mismo día que Iñaki entró en prisión, Cristina mantuvo su fe ciega en él. Sin embargo, la romántica visión que tenía de su marido como un hombre bueno ha cambiado. La infanta ha tenido acceso a ciertos documentos e informaciones que han hecho que se le caiga la venda de los ojos.
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Todos en Zarzuela pendientes de la decisión de Cristina
Esta nueva Cristina que estamos viendo podría volver a su anterior versión en caso de que no tome la decisión correcta. Todo el terreno ganado a nivel familiar puede perderlo si se deja ver en público con Iñaki cuando obtenga su primer permiso penitenciario. Está previsto que pueda disfrutarlo en los últimos meses del año. Y es aquí donde la infanta tiene que pensar con la cabeza y no con el corazón. Si sigue con su marido, otra vez volverá a ser expulsada de Zarzuela. Esto es algo que también afecta a sus hijos.
No parece probable que Cristina esté dispuesta a volver atrás dado lo mucho que ha conseguido. A todas luces se antoja imposible que vuelva a beber de la copa del exilio. No es mujer de actuar sin ton ni son. Por tanto, si ha llegado hasta aquí, seguirá adelante con el plan trazado hace meses de común acuerdo con Casa Real. Iñaki no tiene lugar en la nueva vida de la infanta. Ha pagado demasiado y no quiere volver a hacerlo. Lo más triste es que ha descubierto que no le ha valido la pena al conocer la cara B del padre de sus hijos.
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Cristina deja tirado a Iñaki en un día muy señalado
Prueba de que la infanta tiene clara su decisión es que no ha visitado a su marido por su cumpleaños. La celebración fue el día 15 de enero y ni rastro de Cristina. Así lo explica Silvia Taulés en Vanitatis. La periodista asegura que no hay motivo alguno de peso que disculpe la ausencia de Cristina: “Desde Vanitatis hemos podido confirmar que el motivo por el que la ex duquesa de Palma no estaba en España esos días no era laboral”.
Hace algún tiempo publicamos en exclusiva en Cotilleo que algo había cambiado en el interior de la infanta. Si durante años no admitía que la palabra “divorcio” se pronunciara en las conversaciones sobre Iñaki, ahora sí lo permite. La última vez que la infanta estuvo visitando a su marido fue en Navidad. Acudió con sus dos hijos mayores. Facilidades para entrar y salir de Brieva tiene. De hecho, ya se ha hablado de trato de favor.
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¿Cristina se ha hartado de Iñaki?
Según cuentan a Cotilleo fuentes de toda solvencia, la infanta está cansada de la situación que vive desde que estallara el Caso Noos. Para ella ha resultado un duro mazazo descubrir que Iñaki no era como pintaba. En estos momentos, la infanta siente que tiene derecho a empezar una nueva vida. A recuperar el mundo al que tuvo que renunciar por seguir al padre de sus hijos. Ya no hay más venda en sus ojos.
Quienes conocen y apoyan los planes de Cristina son sus padres y Elena. Los cuatro son una piña. Cada uno a su manera ha contribuido a hacer la vida más fácil a la infanta en los momentos más duros. Cristina está cansada. Por otro lado, el panorama que le espera a Iñaki al salir de prisión es desolador. Parece misión imposible que consiga trabajo. Las puertas de lo social seguirán cerradas para él. La infanta no está dispuesta a volver a pasar por eso. Ahora está recuperada, pero sufrió una zozobra emocional que necesitó de tratamiento psicológico para superar.
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