María Patiño es una de las presentadoras más carismáticas de la televisión. Su célebre “vena” la ha convertido en un personaje muy popular. Sin ser muy alta, a golpe de gimnasio, y con una enorme fuerza de voluntad, ha conseguido un cuerpo perfecto, fibrado y sin grasa. Como Eva Longoria, otra mujer de estatura similar a la suya, ha conseguido demostrar que los buenos perfumes se venden en frascos pequeños. Por eso sorprende su obsesión por aparentar menos años de los que tiene. La expresividad es una de sus grandes armas. Y la está perdiendo por culpa del ácido hialurónico, el bótox y el bisturí.
Fresca, divertida y muy natural, así era María de jovencita
> La guapa jovencita para quien Jesulín siempre se paraba cuando salía de Ambiciones, era una mujer de ojos grandes. Su simpatía era arrolladora y desarrollaba su trabajo en Sevilla. Allí se hizo muy amiga de Jorge Javier, que bajaba con frecuencia a Sevilla. Por aquel entonces sufrió problemas de bulimia. Lo contó años después para ayudar con su testimonio a otras personas que habían padecido el mismo problema. Desde entonces, ha estado siempre muy delgada. Te contamos como ha sido su evolución.
Como una estrella de cine, como Andie McDowell con Hugh Grant
> Así era María Patiño en el 2001. Hace 17 años. Guardaba un cierto parecido con Andie McDowell. Estilosa, con un cutis perfecto…Una mujer muy guapa que ya se había convertido en un rostro muy popular en Andalucía gracias a programas como Ven con nosotros de Canal Sur. Después ya dio el salto a la televisión nacional con Sabor a verano, que presentaba por aquel entonces Inés Ballester. María era una mujer indudablemente guapa, pero los focos pasan factura
El problema de María Patiño, la piel seca
> Un primer plano de María Patiño en el 2008, durante la representación de la obra teatral “Tú sí que vales, Loli”. El principal problema de la presentadora era la deshidratación del rostro. Algo que también le ocurre a otras colegas. Aún no se había sometido a ningún retoque, salvo los tratamientos cosméticos de rigor. Entonces tenía 37 años. Se acercaba a la peligrosa edad en la que hay que elegir entre cara o culo. Así lo decía Sofía Loren. Y María optó por las dos cosas.
La obsesión por los retoques
> A medida que María Patiño iba siendo más y más famosa fue modificando su cara. Primero se puso pecho, luego se aplicó botox, y también algún lifting, amén de rellenos de ácido hialurónico en los surcos nasogenianos. Comenzó a obsesionarse con su aspecto. Y por último se sometió a un lifting cervical. Según publicó El Español, esta intervención estaba plenamente justificada. Era para paliar los problemas en la piel derivados de los tiempos en los que padecía bulimia. Puede ser, pero pagó un alto precio. Ahora lo verás.
Ha perdido toda su expresividad, la cara se ha quedado planchada
> Como se puede comprobar en estas dos imágenes, María Patiño ha perdido su esencia. Se permitió criticar el lifting de Carmen Borrego. Y el suyo no ha obtenido unos resultados demasiado buenos. Apenas puede gesticular ya. La piel está demasiado estirada, y los pómulos parecen de cera. Este tipo de cirugía disimula los surcos nasogenianos sin rellenos, restablece el ángulo facial, hace desaparecer los “papitos” caídos de la barbilla y por supuesto, elimina la papada. Pero es fácil parecer un chupachups cuando se exceden.Su cara carece de profundidad. Parece planchada. La vena de María Patiño ya no tiene espacio para salir.