María Teresa Campos no es una mujer tacaña. Todo lo que tiene lo comparte, no escatima en gastos, pero todo tiene un límite. Pertenece a ese tipo de gente que como vulgarmente se dice tiene un agujero en la mano…Y parece ser que esa es la marca de fábrica de Las Campos. Viven muy por encima de su nivel de vida, sin escatimar. Y eso termina por pasar factura. Actualmente la matriarca del clan se encuentra al borde de la bancarrota si comparamos su situación con la que vivió hace años. Pero su ruina no es como la del resto de la humanidad, es una ruina de lujo. Ojo al dato.
María Teresa se muda a una casa de alquiler de lujo para ahorrar
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> Según publica Semana, María Teresa Campos ha alquilado una casa que le va a costar la friolera de 4.700 euros, una cantidad equivalente a 782.000 antiguas pesetas, lo que se dice, una auténtica ganga…Está situada en las afueras de Madrid. Aún no ha iniciado la mudanza para trasladarse a la chocita en cuestión. Tiene que abandonar antes la mansión cuya venta ha cerrado, pero no ha ejecutado aún.
La nueva casa tiene seis habitaciones, seis baños, un jardín de 400 metros cuadrados, un gran salón con chimenea y una piscina comunitaria. María Teresa y su familia se van a sentir como unos pobres menesterosos si comparan su nueva casita donde el “palacio” donde vivían, ha sido en parte el origen de su ruina. Te contamos por qué.
El palacio de María Antonieta de María Teresa, la cuna de muchos de sus problemas
> La casa donde aún vive tiene más de 2.000 metros cuadrados y está adornada con un estilo que fluctúa entre el Luis XV y el de las tiendas de muebles de los ochenta. Aunque tenía quince cuartos de baño, pero el mote de Villa Meona ya se lo habían puesto a la casa de Isabel Preysler. Arañas, mesas de caoba, lujo a todo trapo, tapicerías de damasco, cortinones de seda, solo le faltaban los lacayos.
Era el sueño de cualquier mujer que quisiera reencarnarse en María Antonieta. Estaba situada en Molino de la Hoz de las Rozas. Tenía gimnasio, y una piscina con un vaso de cristal que daba al sótano de la casa, de forma que los invitados podían ver a la gente bañarse mientras tomaban una copa. No había ni hombres ni mujeres vestidos de conejitos, pero ni la Mansión Play Boy de Hugh Heffner tenía tantos elementos para fantasear. Su tremendo vestidor con un almacén lleno de centenares de zapatos sería el parque de atracciones de un fetichista. Pero… ¿Cómo eran las fiestas de La Campos?
Generosas sin límite ni medida: las fiestas multitudinarias en casa
> María Teresa no escatimaba en gastos. Preparaba su famoso ajo blanco, pero no faltaba de nada: jamón del mejor, las bebidas más exquisitas… Hay que decir que nunca ha habido un presentador de televisión que se porte tan bien con su equipo como ella.
El día de su cumpleaños convocaba a todos y cada uno de sus miembros de su equipo. Cuando dirigían ella y su hija, Carmen Borrego, siempre se mostró generosa a la hora de pactar los sueldos de sus empleados. María Teresa es generosa, pero ni ella ni sus hijas miran el dinero. Tiene chofer privado (arriba) y además se parece al de Transpoiter, Jason Stathan. Y solo con lo que se gastará en agua para que su jardinero mantenga el césped se podría hacer un mini pantano. No es la única de la familia que gasta sin tino.
Terelu compra coches a sus novios
> En una entrevista concedida al Hola, Terelu manifestó que había sido siempre algo manirrota, y por supuesto, muy generosa con sus parejas, hasta el punto de que regalaba incluso coches. Ninguno de los novios o maridos de Terelu ha sido un muerto de hambre. Es más, con Miguel Ángel Polvorinos, su primer marido, se casó inmediatamente después de que le tocara la lotería.
Era cámara de televisión española. No es una top model, pero su cuerpo serrano ha sido el maniquí para prendas carísimas, adquiridas en tiendas muy buenas de Madrid. Lo mismo le ocurre a su madre, María Teresa Campos, muy aficionada a la moda de la firma alemana Escada, donde un jersey de cashmere no baja de los 400 euros. No es de extrañar que Hacienda se haya fijado en ellas.