Son inmensamente famosas y sus portadas hacen vender cientos de miles de revistas, pero no pasan por sus mejores momentos. La popularidad no les rinde beneficios inmediatos Las Campos no son ya un valor al alza desde el punto de vista televisivo. La suerte les da la espalda a tres de las mujeres que más han significado en el mundo televisivo.
4Una presa apetecible para el fisco, María Teresa Campos
El ostentoso ritmo de vida de María Teresa Campos la convierte en una presa codiciada para las autoridades tributarias. El poder ejemplarizante que tiene una inspección a alguien como ella es un triunfo para el fisco. Una publicidad gratuita mucho más efectiva que cualquier campaña. La casa que no consigue acabar de vender, por la que pedía en un principio más de cuatro millones de euros, ha sido para ella una auténtica ruina. Tanto ella como sus hijas tienen fama de manirrotas, y la falta de discreción no le ha beneficiado nada. Primero fue el programa Las Campos.
Los expertos en televisión afirman que el fabuloso lujo y la ostentosa vida que aparentaban llevar en el programa perjudicó seriamente a la matriarca del clan. De ser una mujer cercana con la que las amas de casa se identificaban pasó a convertirse en la caricatura de una millonaria de pasada de tuerca. Hubo quien bautizó el show como Las Camposhian. A ella les hizo gracia. A su público de siempre, nada. Aunque el reality obtuviera una audiencia enorme, fue muy duro el precio que tuvieron que pagar. María Teresa se quedó sin su programa Qué tiempo tan feliz. .