El velatorio de Chiquetete ha resultado muy convulso. Y es que Carmen Gahona se ha puesto en modo don Vito Corleone y la ha liado. El asunto es bastante serio, y más tratándose del adiós del cantante. La noticia ha formado parte de los telediarios nacionales dándole el reconocimiento profesional que el artista merecía. Quedan lejanos los días en que reinó sobre los escenarios con esa voz tan personal que encandiló a multitud de seguidores. Esa cobardía supuso un gran éxito que traspasó fronteras.
3“Chiquetete no llega a Navidades”
Las cosas están que arden entre Gahona y los hijos mayores de Chiquetete: “Rocío ha estado tan solo unos minutos en el tanatorio. No quiere estar al lado de Carmen. Ella se enteró de madrugada. Hablamos y estaba fatal”, aclara Pepe. Es más que posible que ahora que ha fallecido el artista se abra el melón de la discordia. Hay mucho guardado dentro. Los hijos mayores de Antonio no han digerido que el piso de su abuela pasara a manos de Carmen tras su fallecimiento. Fue una maniobra que se hizo a toda prisa. A doña Manuela no le hubiera gustado porque quería que fuera para sus nietos.
Paradojas de la vida, hace un par de meses hablé con Pepe y me comentó: “Antonio no llega a Navidad”. Sonó a premonición que, desgraciadamente, se ha cumplido. El artista se había deteriorado en los últimos tiempos y el fallecimiento de su madre fue un palo durísimo para él. Tenía claras sus intenciones: “Me dijo que quería dejar a Carmen porque ya no podía más. Me comentó que necesitaba tranquilidad y que junto a ella no la tenía. Quería pasar sus últimos años viviendo de otra manera”, me explica Pepe.
Está por ver qué papel jugará en los próximos días Carmen Gahona. Se supone que todo lo que tenía Chiquetete queda para ella. Sus hijos mayores no tienen acceso a sus pertenencias, que están en poder de su novia. Se encuentran repartidas entre la casa de Carmona y el piso de Sevilla, el que era de la madre del artista y ha pasado a manos de Carmen. Seguro que Gahona ofrecerá su versión de los hechos próximamente. Mucha tela que cortar.