Mucho se ha hablado de la relación entre la reina Letizia y doña Sofía. Si hay algo especialmente complicado a veces es el contacto que se establece no solo en la realeza, sino también, en todos los ámbitos, entre suegras y nueras. Resulta muy poco habitual desde el punto de vista histórico que dos reinas coincidan en el mismo trono. Y en nuestro país así es. No les está resultando nada fácil a ninguna de las dos habituarse a esta situación. Y han pasado por varias rachas complicadas.
1La alumna que salió respondona
Todo era idílico cuando se anunció el compromiso entre Letizia y el príncipe. La reina la acogió como a una hija. Se alojó durante una temporada en el Palacio de la Zarzuela donde doña Sofía le enseñó todo lo que pudo. No es lo mismo ser bisnieta del Káiser que la nieta de un taxista, ni haberse criado en un palacio real de Atenas que veranear en Alicante. Sin embargo, doña Sofía confió en las capacidades de Letizia. Tal fue su entrega y su modestia que llegó a presumir de que también ella había aprendido mucho gracias a la joven asturiana. La relación había sido enriquecedora para ambas. Pero aquella historia no era tan bonita como parecía, como han demostrado los hechos.