Bertín Osborne no deja de dar titulares. Se ha convertido en una especie de máquina mediática capaz de potenciar cualquier polémica. A los rumores de crisis con Fabiola Martínez, la reciente huida de su hija Alejandra y los problemas de salud de su hijo Kike, se une ahora un asunto que le trae de cabeza. Y que podría tener fatales consecuencias para él. Una situación que, a pesar de lo que transmite, le preocupa y le inquieta. Y es muy lógico.
7Kike, un ejemplo para toda la familia
Si algo destaca en Kike es su vitalidad. A pesar de llevar una vida plagada de hospitales, operaciones importantes, Kike nunca pierde la sonrisa. Dicen sus padres que es un niño muy despierto. Bertín destaca, también, lo amoroso que es «lo que más le gusta es besar a la gente, me come a besos cada vez que me ve, e igual haría con cualquiera que se le acercara.
También explicó su rutina a la hora de comer: «Él siempre come a la una de la tarde y cena a las siete de la tarde. Es un reloj, cuando son las siete menos cinco ya nos dice que quiere comer». No cabe duda que, además de Fabiola, los amigos de Bertín se han convertido en su mejor refugio. Todos menos Arévalo, con el que mantuvo un enfrentamiento por una foto con el rey Juan Carlos. ¿Cómo está la situación entre ellos ahora?