Jaime Peñafiel es el azote de la monarquía, una fuente de titulares que no se agota nunca. Tan certeros como duros y críticos contra la institución. Sus últimas insinuaciones sobre la vida privada de Felipe VI han puesto en un brete al monarca. El menos cortesano de los periodistas que informan sobre Casa Real ha provocado un nuevo escándalo. Y no solo ha hablado del hijo, también de su padre, cuya vida sentimental ha sido demasiado intensa.
4La Cenicienta noruega a quien todos criticaban
No le pusieron escoltas en Oslo, donde decenas de pararazzi de Europa la seguían al centro donde estudiaba todos los días. Felipe VI dejó que trascendiera su historia de amor y se la juzgó sin piedad. Su único pecado era ser de clase humilde, hija de divorciados, y haber posado en ropa interior. Con Letizia coincidía en muchos aspectos, pero nadie se mostró tan inmisericorde con ella. Felipe aprendió la lección y anunció su compromiso casi con nocturnidad y alevosía. Y antes, como recuerda Peñafiel, puso en jaque al Estado por Letizia.