Rosa de España, la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo, afronta su peor momento. Han pasado 17 años desde que esta tímida granadina se convitiera en Rosa de España. La cenicienta más importante de la música de nuestro país ha terminado su historia con un final muy triste. No tiene ni hada madrina ni príncipe azul. Y aunque no ha vuelto a vestir harapos como la del cuento, le falta lo más importante para una cantante. Lo imprescindible. Su situación es terrible.
4¿Por qué no ha cuajado Rosa como cantante de éxito?
Contaba con lo más imporante, el cariño del público. Sus fans son muy activas y la adoran. Es guapa, muy guapa, y modificó su cuerpo gracias a la dieta y el ejercicio hasta conseguir una magnífica figura. Pero su caso, tal vez, sea similar al de otra mujer muy grande, como ella, Queen Latifah, la actriz. El propio Pedro Almodóvar dijo que tenía un problema, era tan buena y tan grande, y no solo físicamente, que Hollywood no sabía que hacer con ella. El mercado discográfico español, en plena crisis, sin apenas radios musicales que no sean de las llamadas “de bucle”, no ha sabido potenciar el enorme talento bocal de una mujer única. Tampoco ayudaron los cambios drásticos de imagen, los estilismos a veces poco afortunados y la estética de algunos de sus discos. Rosa es muy bella, y muy sexy. Y tal vez la portada de Primera Línea con Torito, una de las que se siente más orgullosa, llegó demasiado tarde. También puede influir que en nuestro país, en los últimos tiempos, no se valoren las buenas voces como se debieran. Es probable que Whitney Houston y hasta Celine Dion hubieran tenido menos aceptación que Leiva o Melendi. Tampoco ha ayudado la imagen tan blanca que proyectaba Rosa. A veces, el público, admira a los malos, a las mujeres fatales que destrozan corazones… Todo lo contrario de lo que le ha ocurrido a Rosa.