María Teresa Campos está bajo la lupa. El despido de su asistenta ha sorprendido a los admiradores de la presentadora malagueña. Fue ella quien hizo famosa a la entrañable María Silva y ahora está pagando las consecuencias. Cuando se produce un despido por parte de un empleado, la opinión pública suele ponerse de parte del frente más débil. Y eso ha ocurrido en el caso de su interna. Según denunció a Informalia, María Teresa Campos la había puesto de patitas en la calle por no aceptar un cambio de última hora en sus vacaciones. Te contamos lo ocurrido con todo detalle, y también el inesperado contraataque de la presentadora contra su empleada.
310.000 euros de indemnización, una miseria para María Teresa Campos
Podría ser que María Teresa hubiera considerado que los días que fue a Málaga formaban parte de sus vacaciones, aunque se los pagara. Cuesta trabajo creer que ocurra algo así en pleno siglo XXI. Pero el caso es que aunque María Teresa tuviera razón, su interna no tenía muchas opciones. Y afirma: «Yo tenía el billete para dos días después. Si ella consideró que me tomaba más días de los que me correspondían, podía habérmelo descontado o trabajarle yo a ella más días, pero me dolió muchísimo esa actitud tan injusta cuando yo le he tenido tanto respeto y se portó tan bien conmigo durante 15 años. Si en vez de estar en Perú yo hubiera estado más cerca, habría ido corriendo al recibir el mensaje, pero no podía cambiar el billete. Luego recibí una carta suya como que yo había renunciado a mi trabajo cuando eso no es cierto».
Podrían llegar a un acuerdo pero según María, su ex jefa se niega : «María Teresa no quiere reconocer que he sido despedida y yo sólo pido que me indemnicen por los años trabajados. Mi abogado calcula que unos 10.000 euros». Pero de momento el abogado de María Teresa se ha negado a acceder a las pretensiones de la empleada doméstica … «La próxima semana nos vemos otra vez en el tribunal, a ver qué pasa» ha dicho María Silva . Y aunque 10.000 euros sean una miseria para una mujer que va a pagar un alquiler mensual de 4.700 euros y ha cerrado la venta de una mansión por casi cuatro millones, María Teresa no parece dispuesta a ceder. Hasta su hija lo ha dicho muy clarito.
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