Eugenia Martínez de Irujo ha hecho algo nunca visto hasta ahora. Y los cimientos de la Casa de Alba se tambalean. Si el honor y la nobleza se miden por las palabras, lo que ha revelado podría servir, ante el tribunal de la opinión pública, para arrebatarle el título de duquesa de Montoro. Ni siquiera su antepasado, el gran duque de Alba, habló así de sus enemigos, la los que consideraba herejes, hace quinientos años. La persona a la que ha atacado ha formado parte de su familia y murió hace menos de 20 años.
5Tampoco tragaba a Alfonso Díez hasta que su madre cedió a sus hijos su herencia en vida
Eugenia tampoco veía con bueno ojos al segundo marido de la duquesa.¿Qué le ocurre a esta mujer? Es adulta y sigue anclada en el pasado. Nunca sospechamos que albergara tanto odio hacia un hombre por cuya alma rezó, al menos de cara a la galería en el panteón de los Alba en Loeches. Su padre murió siendo ella muy niña. Pese a haber superado con creces la cuarentena, tampoco aceptó de buen grado al segundo marido de la duquesa.
Tuvo que ceder Cayetana en vida su fortuna para que tanto ella como sus hermanos aceptaran su noviazgo y respetaran su intención de casarse con Alfonso Díez. Si Cayetana Fitz James Stuart levantara ahora la cabeza no le gustaría saber lo que acaba de hacer su hija en contra de la memoria del hombre a quien tanto amó.