David Bisbal no ganó la primera edición de Operación Triunfo pero las hadas tocaron sus dorados rizos con la varita mágica de la fama. Lo tenía todo para triunfar: una voz singular, presencia, simpatía y el favor de un público que se enterneció con el compañerismo que derrochaba con Bustamante, y su bonita historia de amor con Chenoa. Todo parece haber cambiado para el almeriense, cuya imagen ha bajado muchos enteros desde que participó en aquel programa. Le ocurre lo mismo salvando las distancias, que a Carlos Lozano, presentador de aquella edición. Su perdición han sido las mujeres, y también, todo hay que decirlo, algunas meteduras de pata.
2La ruptura con Chenoa, otro varapalo a su imagen
Chenoa tardó en hablar largo y tendido de lo que había ocurrido entre ellos. Todo el mundo recuerda la imagen de la joven en chandall, perseguida por los fotógrafos. Fue la última en enterarse de que Bisbal había iniciado una historia de amor con una joven de Miami, presidenta de su Club de fans en la ciudad americana. Aquello inició la guerra entre los bisbaleros y bisbaleras y los chenoistas. Los seguidores de ambos se dividieron, como los caminos de la pareja. Aquel día Chenoa creció un poco, a pesar de no llevar tacones, y Bisbal a muchos kilómetros de distancia, en Caracas, comenzó a volverse más pequeño e insignificante a los ojos del público. Así contó la cantante cómo se sintió años después en sus memorias: «Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie. Esas dos palabras se me clavaron en el pecho como dos balas. No podía respirar. Su ropa estaba en el armario». Cuando le quiso llamar se dio cuenta de que había cambiado de teléfono.