La infanta Cristina ha conseguido lo que tanto ansiaba. No ha sido fácil para ella que don Felipe la aceptara nuevamente en el seno familiar. Sin embargo, doña Sofía se lo propuso y lo ha conseguido. Sin duda, el mejor regalo de cumpleaños para la reina emérita. Poco queda de aquella Cristina de Borbón que se puso al lado de su marido de forma incondicional. Hoy está decidida a soltar amarras. Sueña con una nueva vida y en ella no hay lugar para Urdangarín.
2Elena, en la picota pero feliz
A lo largo de estos años de destierro, Cristina ha demostrado que no pensaba cejar en su empeño de regresar al seno familiar. Sabiendo que su presencia restaba a la monarquía, ella e Iñaki no han dudado en viajar en numerosas ocasiones a España para reunirse con los cuatro amigos fieles que les quedaban. En esas visitas, una constante, la presencia de la infanta Elena, que ha desafiado todos los consejos de don Felipe en cuanto a no dejarse ver en público con su hermana.
Si ya era difícil para el rey lidiar con una hermana díscola, con dos ha sido un auténtico quebradero de cabeza. No sería extraño que a Elena, tanto desafío, le haya costado volver a representar a la Corona en algunos actos. A mediados de año, volvió a la agenda real para desaparecer nuevamente y sine die. Quienes la conocen asegura que no es algo que le preocupe. Está preparada para lo que venga y siempre contesta con la misma frase: “Si me necesitan, acudiré”. No existe por parte de Elena revanchismo alguno en este ser o no ser institucional.