El 2018 está resultando un auténtico annus horribilis para Alex Lequio. Todo empezó cuando el empresario se sentó mal. Los resultados de las pruebas indicaron que padecía cáncer. A partir de ese momento, Ana Obregón y Alessandro Lequio se pusieron manos a la obra para buscar la mejor solución. La encontraron en Estados Unidos. Tras días de incertidumbre, Alex Lequio ve luz al final del túnel.
4Unos padres unidos en la adversidad
Lo sucedido a Álex es algo que marca. Es lo que le ha ocurrido a la bióloga: “La Ana Obregón artista ya no existe, ya solo queda la madre. La primera se fue y no creo que vaya a volver nunca más”. El tratamiento previsto para Álex Lequio acaba en diciembre. A partir de ese momento, solo tendrá que viajar cada tres meses a Estados Unidos para chequeos. Es algo habitual con el cáncer, que exige revisiones para comprobar que el tumor esté atajado. En todo momento, Álex no ha perdido la sonrisa ni la entereza. Ha transmitido una tranquilidad que ha contagiado a los suyos.
Pocas veces se ha visto a Alessandro Lequio tan tocado anímicamente como tras el diagnóstico a su hijo. El colaborador de televisión ha viajado con frecuencia a Nueva York para estar junto a Álex. En cuanto a Ana, solo tiene buenas palabras para ella. Ha destacado su entrega y fortaleza. Sin duda, la ex pareja ha mostrado su mejor versión en el que hasta ahora ha sido el momento más duro que les ha tocado atravesar. La esposa del colaborador de televisión, María Palacios, no ha sido ajena a la situación y ha acompañado al italiano en algunos de sus desplazamientos a Estados Unidos. Ha trascendido que Antonia dell’Atte también ha estado pendiente y que su hijo Clemente pasó unos días con su hermano. Tras días de furia, llegan los tiempos de rosas.
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