Será mañana cuando la princesa Leonor cumpla trece años. Una celebración marcada por la desunión familiar. Don Felipe y doña Letizia intentan guardar las apariencias para que su hija note lo menos posible las tensiones que se viven en Zarzuela. Sin embargo, habrá dos sonadas ausencias en el gran día de la heredera. Se avecinan grandes cambios en la vida de Leonor. Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
4Leonor y Sofía, las mejores amigas
En cuanto a Leonor y Sofía, la vida empieza a separarlas. La heredera tiene una responsabilidad y para ella debe prepararse. Sus obligaciones no serán las mismas que las de su hermana y esto marca la diferencia. Están muy unidas y comparten todo. Sofía es espontánea, divertida e imprevisible. Sin duda, el contrapunto perfecto para la heredera, más tímida y retraída. Don Felipe y doña Letizia han fomentado que sus hijas sean las mejores amigas sabiendo que podrán fiarse de muy pocas personas a lo largo de su vida.
Desde pequeñas, las hermanas saben que no pueden explicar nada de lo que sucede en casa. Así se lo han inculcado y ellas cumplen a rajatabla. Y si alguna vez se han saltado la norma, la reina las ha reñido. Ocurrió cuando Leonor comentó que en casa tenían una vajilla similar a la utilizada en el colegio. En este sentido, don Felipe y sus hermanas no siguieron unas pautas tan estrictas de comportamiento y su relación con los compañeros de clase fue más cercana. De hecho, existe una anécdota divertida que protagonizó el rey siendo niño. Llegó a casa llorando porque un compañero celebraba su cumpleaños y todos los alumnos de la clase habían sido invitados menos él. La reina Sofía cogió el teléfono y se puso en contacto con los padres del niño para saber qué ocurría. Simplemente que no sabían que trato dar a Felipe y de ahí que lo hubieran dejado fuera de la celebración. “El mismo que a los otros niños”, expresó la reina con su naturalidad y pragmatismo habitual.