A punto de cumplir los ochenta, la vida no ha sido como doña Sofía la imaginó. La imagen de pareja feliz y enamorada que había imaginado para ella era la de sus padres. Pensó que el otoño de su vida discurriría plácidamente y sin sobresaltos. La reina emérita está en un momento muy difícil y triste a nivel personal. Nada es como imaginó.
3No hay segunda oportunidad
Don Felipe está muy unido a su madre y quiere resarcirla, de ahí las bonitas palabras que le dedicó en su primer discurso como rey. Quiere que doña Sofía tenga presencia institucional y que esté en primer plano. Se trata de un reconocimiento muy merecido, pues, don Juan Carlos, las palabras más bonitas que le ha regalado a la madre de sus hijos han sido: “Es una gran profesional”. Sin duda, una manera muy desafortunada de elogiar a la mujer que ha sacrificado su vida por seguirle.
Fue el rey quien quiso que su padre tuviera algún gesto con su madre. El deseo de don Felipe se materializó en aquella comida en la que don Juan Carlos y doña Sofía compartieron mesa y mantel. Posteriormente, se les vio de lo más avenidos en el cumpleaños de Harald y Sonia de Noruega. Esto se ha intentado vender como una segunda oportunidad. Sin embargo, cada uno va por su lado. El rey emérito sigue siendo el bon vibant de siempre, que hace y deshace sin tener en cuenta a su esposa.