La familia real atraviesa su momento más delicado. A las críticas que sufre la institución hay que sumarle las desavenencias entre sus miembros. Nada es lo que parece en un clan que se desangra en luchas internas. Doña Letizia y doña Sofía mantienen una inexistente cordialidad de cara a la galería. Mientras tanto, la infanta Elena ha vuelto a perder brillo mediático. Sin embargo, no piensa quedarse callada y mueve ficha.
7Leonor y Sofía aprenden la lección
Leonor y Sofía también han entendido que no puede repetirse lo sucedido en la última misa de Pascua. En cuanto a la princesa, se ha dado mucha importancia al hecho de que se deshiciera del brazo de su abuela. Leonor se vio en una situación incómoda y no quiso contrariar a su madre, que se propuso evitar una fotografía de lo más normal. La reina emérita suele hacer estos guiños a los fotógrafos que cubren los actos donde tiene presencia. Sabe del valor de una imagen y por eso las facilita.
Han sido varias las ocasiones en que doña Sofía se ha acercado a los periodistas que cubrían alguna noticia relacionada con la familia real para hablar con ellos. Se para y no duda en responder a algunas preguntas. Especialmente agradecida y respetuosa se muestra con el trabajo de los reporteros en los hospitales. Nada que ver con doña Letizia, que se pone de los nervios en cuanto divisa una cámara.