Pies bonitos no es sinónimo de pies sanos

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Si existe una parte del cuerpo de la que la mayoría de personas se olvida a lo largo del año, esos son los pies. Y es que, a pesar de que son una parte del cuerpo que usamos constantemente y que es de lo más necesaria, permanecen en el olvido de la mayoría. Como indican desde Clínica Podosalud “parece que sólo las personas que presentan algún tipo de patología prestan atención a sus pies durante todo el año, el resto, principalmente, el colectivo femenino, solo se preocupan de lucir unos pies bonitos y cuidados cuando se acerca el verano, los hombres, ni siquiera eso”.

Y es que, son muchas las patologías que cualquier persona puede sufrir en sus pies: juanetes, callos, durezas, ojos de gallo, hongos, uña encarnada, y una larga lista que en no pocas ocasiones requerirá incluso pasar por quirófano. Sin embargo, algunos afortunados no sufren ninguna de ellas a lo largo de sus vidas, por lo que la visita al podólogo nunca se produce. No obstante, aquellos que sufren de cualquiera de las dolencias anteriores, saben que pueden llegar a resultar de lo más incómodas, llegando incluso, en alguna ocasión, a impedir llevar una vida normal, ya que apoyar los pies para caminar puede ser de lo más doloroso.

Desde luego, no es tarea sencilla evitar todos estos problemas, pero la elección del calzado adecuado juega un papel de extraordinaria importancia. “Utilizar un calzado adecuado desde los primeros pasos no es garantía de que ese bebé no tendrá ningún problema podológico cuando sea adulto, pero sin duda, es el primer paso para evitarlos” indican desde Clínica Podosalud.

Y si la elección del calzado adecuado es importante en los niños, también lo es en los adultos, especialmente en personas que por ejemplo, tienen mucho puente, pies planos, juanetes, etc. Ellos requerirán en muchas ocasiones de calzado especial, el uso de plantillas especiales hechas a medida, etc. Lo que está claro, es que poco o nada ayuda pasar largas horas subidas a tacones infinitos, usar calzado que apriete y demás prácticas, que aunque parezca mentira, son de lo más usuales.

“La mayoría tienen la idea equivocada de que mostrar unos pies bonitos es sinónimo de tener unos pies sanos, algo que en muchos casos está muy lejos de la realidad”.