Miguel Bosé se enfrenta a la situación más complicada y difícil que puede vivir un ser humano. Su familia ha quedado destruida. El universo de felicidad que creó primero en Somosaguas y luego en América junto a sus cuatro hijos se desmorona por completo. La culpa de todo la tiene el desamor. El cantante, que ya cuenta 62 años, jamás pensó que su familia se partiría por la mitad. Fue padre a la edad a la que algunos son abuelos y confiaba en poder disfrutar de sus cuatro hijos sin ningún problema y verlos crecer. La pesadilla más temida por el cantante se ha hecho realidad. Su familia numerosa ha dejado de ser tal. El cantante tenía cuatro hijos Tadeo Bosé, Telmo Bosé, Ivo Bosé y Diego Bosé, pero la situación ha cambiado ahora por completo. Sólo tendrá la custodia de dos de ellos. El otro padre de las criaturas, la persona que los ha criado junto a él, emprende un nuevo camino. El cantante jamás se había enfrentado a un problema de semejantes dimensiones.
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La situación que vive Miguel es absolutamente sorprendente, pero no inusual. No es la primera persona gay a la que le ocurre algo parecido. Y es que según ha publicado Carmen Rigalt en la otra Crónica del Mundo, Miguel Bosé ha roto su relación con Nacho Palao, un escultor valenciano de prestigio, tan atractivo como buen artista, con quien mantenía una larga relación. Ya no vivirán a caballo entre Panamá y España. Para el recuerdo quedan los buenos momentos que pasaron juntos en Somosaguas, en la casa de la familia Dominguín Bosé que Miguel compró a su madre. Según la conocida escritora y periodista, Miguel y Nacho se han repartido a sus cuatro hijos. Por diversos motivos no les ha quedado más remedio que hacerlo así. Dos para uno, dos para otro. Los niños, según ha manifestado Carmen Rigalt, se echan de menos. Y solo les queda el recurso de charlar mediante sesiones de Skype.
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