Está en uno de sus mejores momentos. Y eso es, cuanto menos, indiscutible. Jorge Javier Vázquez arrasa como presentador de la actual edición de Gran Hermano Vip. Sus comentarios, ingeniosos y divertidos, han devuelto la fe en los espectadores por un formato que parecía francamente agotado. Pero no. Jorge Javier extrae la esencia de los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra como nadie y eso se traduce en audiencias millonarias, solo aptas para partidos de fútbol de primer nivel. Pero no solo eso. Jorge Javier sigue como presentador titular de Sálvame y Sábado Deluxe donde consigue, sin miedo a equivocarnos, reflotar un programa que, tras el efecto volcánico de las llamadas de Isabel Pantoja, muestra síntomas de debilidad.
En el terreno profesional no solo encadena triunfos en televisión, sino también en el teatro. Su espectáculo Grandes Éxitos (que recalar´´a en febrero en el Kursaal de Donostia) está cosechando buenos resultados de crítica y público y su gira, por toda España, en uno de los referentes de las artes escénicas. Y es que Jorge Javier es camaleónico, sutil pero ciertamente acertado en su obra maestra. Se ríe de él como si de uno de sus viperinos enemigos se tratase y hace, con gracia y salero badalonés, una caricatura del éxito y de la fama digna de admirar.
«Luce menos orondo, menos rudo, más formado. Y él lo aprovecha ahora que ha roto con su P. y que navega por las aguas turbulentas de las apps para follar»
Y entre las pausas teatrales, Jorge luce nuevo físico. Operado o no, botulínico o no, lo cierto es que el tomate más ácido de la cosecha ha cambiado su aspecto. Luce menos orondo, menos rudo, más formado. Y él lo aprovecha. Lo hace ahora que ha roto con su P. y que navega por las aguas turbulentas de las apps para follar. Sí, para follar. La última fotografía que ha compartido en las redes sociales sirve para comprobar que no solo de culo vive el hombre, sino también de pezones.
La fotografía que arderá en Internet
Además del moreno propio de los rayos uva a los que se somete cuando Lorenzo se pone en barbecho, se puede comprobar que el pectoral de Jorge Javier tiene formas casi griegas. Cincelado en piedra parece todo un Dios con ínfulas de modelo iraní, por aquello del color de piel. Un Dios del Olimpo cuarentón, pero poco o nada trasnochado. Nos gusta este Jorge Javier que no se esconde, que se muestra, que incendia las redes sociales. Y también calienta a sus enemigos, aunque solo sea para calumniarle. Calumnia, que algo queda.