Carla Vigo acaba de entrar en la mayoría de edad. Este fin de semana celebró su dieciocho cumpleaños. Una fecha señalada que le da alas para hacer lo que quiera. Esto es algo que desespera a la reina Letizia, que desearía que su sobrina fuera menos echada para delante y no desafiara las normas que ha impuesto a los Ortiz-Rocasolano. Carla lo tiene claro. Lo suyo es beberse la vida a grandes sorbos. Te contamos cómo están las cosas entre la hija de la fallecida Érika Ortiz y doña Letizia. Un auténtico choque de trenes.
8Recordando a Érika
Y como no podía ser de otra manera, Carla se acuerda mucho de su madre. Lleva su luz y su olor por donde quiere que vaya. En redes no ha dudado en recordarla de una forma preciosa: “El 16 de abril de 1976 nació la persona más importante para mí, aunque el 7 de febrero de 2007 dejó este mundo para pasar a mejor vida. Estés donde estés, siempre te querré y felicidades, mamá”.
Ante sí, Carla tiene un futuro prometedor. Se nota que es una chica feliz por la manera en que se desenvuelve. Ciertamente, Antonio Vigo ha hecho un gran trabajo, y no era fácil por lo mucho que repercute en los niños la desaparición trágica de uno de los progenitores. La sobrina de Letizia ha heredado de su madre la sensibilidad. Le gusta que la traten bien y huye de la gente que no da ni recibe muestras de afecto. Felicidades, Carla, y que cumplas muchos más. Eres la fuerza de la vida.
Letizia Ortiz sigue despertando el mismo interés en la sociedad que cuando se anunció su compromiso matrimonial con don Felipe. Ocurrió el 1 de noviembre de 2003. Quince años se han cumplido desde aquel día en que la periodista entró en nuestras vidas. Sobre ella se han dicho muchas cosas. Existen versiones muy edulcoradas de su realidad. Por ejemplo, la relación con Érika y Telma. Esta es la historia de tres hermanas mal avenidas.