La boda del duque de Huéscar en Sevilla ha hecho que la Casa de Alba vuelva a reinar en los ecos de sociedad. El enlace de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo ha sido ampliamente recogido por los medios. Esta historia de felicidad tiene una parte trágica que los Alba guardan celosamente. ¿La protagonista? La madre del novio, Matilde Solís.
3Una boda de cuento de hadas
Mati parecía feliz cuando se anunció su compromiso matrimonial con el hijo de la duquesa de Alba. Ella tenía 25 años y Carlos Fitz-James Stuart cuarenta. Cayetana estaba exultante de alegría. Su primogénito ponía fin a la soltería con una mujer que reunía todas las condiciones para entrar a formar parte de la Casa de Alba. De Matilde le encantaba su religiosidad, que no tuviera pasado y el hecho de que estuviera tan ligada a Sevilla.
El enlace de Carlos y Mati fue de los que hacen época con un punto de cuento de hadas. La novia estaba profundamente enamorada. Creía haber encontrado a su príncipe azul, a quien había imaginado como un hombre cariñoso, protector y que la salvaría de las garras de su captor, el psiquiatra malvado. Sin embargo, sus fantasías no se vieron cumplidas en la realidad.