Las aguas bajan revueltas en Zarzuela. Siguen los tiras y aflojas entre los miembros de la familia real. Si todo indicaba que la infanta Elena había sido restituida en sus funciones institucionales, el asunto ha dado un vuelco inesperado. Doña Letizia se ha salido con la suya y ha vuelto a hacerlo. Así se ha producido la última maniobra para desactivar a la hija mayor de los reyes eméritos.
3Marichalar tuvo la culpa
El hecho de que doña Letizia fuera vista con Jaime de Marichalar tras el anuncio del cese temporal de la convivencia con la infanta Elena se interpretó como un pulso en el seno de la familia real. La hija mayor de los reyes eméritos consideró todo un agravio que su cuñada apoyara a su marido en un momento tan delicado. Eso dio origen a una serie de quejas ante don Felipe, que conminó a su esposa a no volver a repetir ese comportamiento.
Si ya el trato entre la reina y la infanta Elena era frío, a partir de entonces se volvió gélido. La cuestión es que no se hablan cuando coinciden. Esta circunstancia se ha trasladado también a don Felipe, que solo mantiene con su hermana el contacto estrictamente necesario. Atrás quedaron los días en que eran una piña. Así lo quiso doña Sofía, que fomentó que compartieran sala de juegos y estudios los tres hermanos.
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