Mucho ha llovido desde que Letizia Ortiz y el príncipe Felipe anunciaran su enlace. La noticia cayó como una bomba y pronto se empezó a escudriñar en la vida de la periodista. El tsunami se extendió causando graves daños colaterales. Esto es algo que mortifica a la reina, que se culpabiliza por los damnificados que su cambio de estatus ha generado. Sigue leyendo porque te damos las claves para entender el dolor que impide a la reina ser feliz.
4Como una hija para Letizia
Doña Letizia se prometió a sí misma que cuidaría de su sobrina como si fuera su propia hija. Cuando Erika se fue ya estaba separada de Antonio Vigo. Eso sí, ambos mantenían una relación estupenda. Al cuñado de la reina la pérdida de la que fue su compañera durante años le sumió en una profunda pena. Tardaría dos años en encontrar el amor. Laura se llama la madre de su segundo hijo. Con ellos vive Amanda, que ya ha entrado en la adolescencia y está inmersa en sus estudios.
La prensa extranjera publicó unos meses después del fallecimiento de Érika Ortiz Rocasano que doña Letizia deseaba adoptar a su sobrina. La información se contrastó con el departamento de comunicación de Zarzuela y negaron que fuera cierta sin entrar en más detalles. Lo que sí es verdad es que la reina está muy pendiente Amanda y que forma parte del círculo familiar de los reyes.