El bautizo de Carlitos, el hijo de María Zurita, ha dejado al descubierto otro problema que azota a la familia real. No es casualidad que don Felipe, doña Letizia y la reina emérita no estuvieran presentes. Todo obedece a una estrategia muy bien estudiada y diseñada. Desentrañamos el misterio a continuación. Sigue leyendo.
7El rey se quedó sin crédito
A don Juan Carlos se le acabó el redito otorgado por los ciudadanos tras el escándalo Botswana. Al país africano se fue junto a Corinna para disfrutar de un safari de lujo. En aquellos momentos, España sufría una fuerte crisis económica que causó estragos entre los ciudadanos. Tal fue el escándalo que el rey emérito se disculpó a su salida del hospital donde fue intervenido por una caída ocurrida en Botswana. “Lo siento mucho, no volverá a ocurrir”, manifestó el monarca.
Fue entonces cuando en Zarzuela se puso en marcha la maquinaria para que don Juan Carlos abdicara. Durante dos años, el rey emérito estuvo en un “sí pero no” tras el cual se escondía Corinna, de quien don Juan Carlos dependía a nivel emocional. La ex princesa no quería perder los privilegios que conlleva ser pareja del rey. En aquellos días, el monarca estaba dispuesto a divorciarse para casarse con ella.