La infanta Elena es uno de los miembros de la Casa Real que cuenta con mejor reputación. Una mujer divorciada y trabajadora de 53 años con dos hijos (ambos ya son adultos), que podría ser la protagonista de cualquier película. Pero lo cierto es que es una parte más de la peculiar Familia Real Española. Por España ha tenido que hacer muchos sacrificios a lo largo de su vida, pero parece no estar dispuesta a hacer muchos más hasta que las cosas cambien.
3El mote secreto con el que la infanta Elena «bautizó» a Marichalar
A lo largo de su vida han existido varios amores importantes, desde deportistas hasta empresarios y jóvenes emprendedores. Su gran amor fue un conocido arquitecto malagueño, Alfredo Santos. La cabeza ganó al corazón, y esta decidió que no era el adecuado para ser el duque de Lugo.
En su lugar optó por un joven y atractivo Marichalar. Para poder mantener al futuro duque alejado de los medios de comunicación, le comenzó a llamar Juliet Mike. Gracias a él, la infanta se transformó en una persona de alto nivel. Su esposo la convenció para que cambiase las zapatillas y los vaqueros informales por un estilo mucho más elegante. Atrás quedó aquella icónica trenza que la caracterizaba, y la dejadez que sentía a la hora de arreglarse. A raíz de su cambio, se convirtió en todo un ejemplo de mujer sofisticada.
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