La conexión entre don Felipe y doña Sofía siempre ha sido mucha. El rey ha visto sufrir a su madre por las deslealtades de su padre y siempre ha estado ahí para consolarla. Un comportamiento muy diferente han tenido sus hermanas. Elena y Cristina han jugado a dos bandas, no queriendo verse perjudicadas en la relación con don Juan Carlos. Don Felipe ha decidido que ya es hora de apoyar a la reina emérita públicamente. La decisión deja a Letizia fuera de juego y más enfadada que nunca.
2Letizia y Sofía, dos maneras radicalmente opuestas
Doña Sofía es una de las mejores reinas de su generación. Aprendió el oficio de niña y sabe lo que tiene que hacer en todo momento. Por otro lado, está su forma de llevar la corona. La reina emérita sabe que nada más débil que la monarquía, cuesta una vida construirla y bastan cinco minutos para derrumbarla. De ahí que siempre esté al pie del cañón. Este sentido de la obligación es algo que ha heredado su hijo.
En cuanto a Letizia, aunque desde el 22 de mayo de 2004 es miembro de pleno derecho de la familia real, hay cosas que sigue sin aceptar. No entra en su cabeza esa servidumbre a la Corona que ejercen doña Sofía y don Felipe. Para ella se trata de un trabajo con horario de entrada y de salida. Es impecable en cuanto a los actos a los que asiste pero su lenguaje corporal destaca que tiene ganas de acabar para irse. De hecho, en alguna ocasión, ha abandonado alguna recepción sin su marido.