La reina Letizia está siempre en el punto de mira. Su mala relación con doña Sofía y sus desplantes hacia ella han ido ensuciando su imagen. Algo de lo que la mujer de Felipe VI es más que consciente, ya que su actitud hacia la reina emérita ha sido muy criticada. Es por ello que Letizia aprovecha su contacto con la gente de la calle para tratar de limpiar su imagen .
Uno de los últimos feos que doña Letizia le hizo a su suegra tuvo lugar este pasado verano tras la tradicional celebración de la misa de Pascua en Palma de Mallorca. Doña Sofía quiso fotografiarse con sus dos nietas y su nuera intentó impedir el posado. Letizia se acercó a doña Sofía, quien caminaba junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, y se paseó por delante de las tres, obstaculizando el trabajo de los fotógrafos allí presentes.
7Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bella del reino?
Para doña Letizia ha sido muy negativo esa reconversión en beauty victim. Quiere que su imagen sea perfecta y eso la aleja de la realidad. Esa perfección en cuanto al maquillaje, el look y la figura hace que se la perciba como una gran estrella a la que se puede ver pero no tocar. Las divas imponen mucho. Tampoco ayuda su afición a la ropa de diseñadores extranjeros cuyos precios no están al alcance de la mayoría de los mortales. ¿Por qué tanta insistencia en Carolina Herrera? Si algo ha marcado la carrera de la diseñadora venezolana es la exclusividad. Por tanto, no parece el ejemplo más adecuado en el vestir para la reina de una corte que siempre ha presumido de austera.
No es casualidad que doña Letizia haya acudido a llevar a sus hijas al colegio sin gota de maquillaje y con un look deportivo e informal. Forma parte del plan diseñado en Zarzuela para acercarla a la sociedad. A partir de ahora, la veremos mucho más sencilla y no tan perfecta. No va a ser fácil porque el tema de la imagen la trae a mal traer. Su sentido de la perfección se ha exacerbado y se mira continuamente en el espejo.