Arévalo atraviesa un mal momento. Su estado anímico es bajo y se ha apartado de sus amigos de siempre. Por otra parte, los problemas económicos podrían haber vuelto, así lo aseguran desde Sálvame en un reportaje que recoge los testimonios de vecinos del gran cómico. Estas personas hablan de que ha puesto a la venta su chalet y que su nivel de vida no es el de antes. El principio del fin del humorista empezó a escribirse tras la muerte de su mujer. Arévalo, una vida a golpe de sonrisas y lágrimas.
3Fundido a negro
Las últimas semanas de vida de Elena fueron muy duras para toda la familia. Arévalo no se movió de su lado y tuvieron tiempo de despedirse y darse todos los besos del mundo. Cuando el adiós ya era inminente, el humorista supo que no podría resistir estar en casa cuando el deceso ocurriera y se fue a trabajar. Compartía escenario con Bertín Osborne. Y fue sobre las tablas cuando recibió la fatal pero esperada noticia.
A partir de ese momento, Arévalo fundió a negro. El mismo había explicado que hacía tiempo que las fuerzas le fallaban. Los cinco años que su mujer estuvo enferma afectaron a su habitual vitalidad. El dolor y la pena le pasaron factura. Aun así, comprendió que no podía dejarse caer por su hija. Por Nuria tenía que seguir adelante. La hija del cómico nació afectada del síndrome de Williams. Siempre ha sentido adoración por ella y desde que enviudó se ha convertido en su acompañante.