Doña Letizia no gana para disgustos. Tras pasar un verano cargado de intranquilidad, llega el momento del regreso a la actividad. Será la semana que viene cuando los reyes se reincorporen al trabajo. Y ya en septiembre, la princesa Leonor se enfrenta a su primer acto público, algo que tiene de los nervios a la reina. Por si lo anterior no fuera suficiente, la infanta Elena ha vuelto a provocar la cólera de la soberana. ¡El órdago de Elena a Letizia!
17El trabajo sucio
El rey emérito no tuvo piedad con quien fuera Secretario de la Casa de su Majestad el Rey de España. Cuando supo que Sabino Fernández Campo había perdido a un hijo, ni él ni doña Sofía acudieron al entierro. Sin duda, un comportamiento reprobable dados los servicios que Sabino le hizo al rey. A él correspondía tratar con la prensa para que no se publicaran las correrías de don Juan Carlos. También se encargaba de guardar bajo siete llaves las informaciones comprometedoras. En una palabra, blindó al soberano para que nada le salpicara.
Sabino fue vital para neutralizar a Ruiz Mateos cuando aseguró, tras la expropiación de Rumasa, que había entregado 1.000 millones de pesetas al rey. Al parecer, existía recibo de la transacción económica. También se encargó de neutralizar a una de las amigas de don Juan Carlos en su juventud, Olghina de Robiland, que aseguró que el soberano era el padre de su única hija, Paola. Fernández Campo se encargó de adquirir el paquete de cartas que atestiguaban esta relación para echarlo al fuego. El ejemplo de Sabina confirma el dicho de que los Borbones no son en exceso agradecidos.