Doña Sofía sonríe por fuera y llora por dentro. Su vida sentimental ha sido un desastre. Se casó enamorada de don Juan Carlos pero las cosas no salieron como esperaba. Para el rey emérito, la boda no fue más que otra prueba para contentar a Franco y así poder llegar a ceñirse la corona. Nada de eso sabía la princesa griega, que entonces soñaba con un matrimonio lleno de amor como el que tuvieron sus padres. Pudo haber sido feliz con otro hombre que apareció en su camino, pero…
5El chico de los Barcelona
Al heredero al trono noruego también le gustó Sofía. Sin embargo, Sonia Haraldsen se ocupaba de recordarle en aquellas interminables cartas que le escribía que seguía esperándole y que jamás tiraría la toalla. O estaría con él o con nadie. Harald sintió que no podía romper la palabra dada a su novia en la clandestinidad y desterró la idea de unirse a doña Sofía, que quedó a la espera de otro pretendiente porque no concebía la soltería como estado civil.
Y entonces apareció Juanito, simpático, atractivo y con mucha labia. Y Sofía se dejó seducir. El príncipe le hizo innumerables promesas de una vida en común donde el amor sería el eje principal. Nada sabía entonces la princesa de las andanzas sentimentales del chico de los Barcelona. Creyó que ante sí tenía una vida de felicidad y…