Doña Letizia tiene un problema. Por más empeño que pone, no consigue empatizar con una parte de la sociedad. Se trata de uno de los temas que más le preocupan. Letizia está harta de quedar como perdedora cuando la comparan con doña Sofía. Sin duda, su suegra es como una sombra que la persigue hasta atraparla. La soberana lucha por ser aceptada, se entrega a fondo en todo lo que tiene que ver con su obligación real. Sin embargo, en algún punto del trayecto, el mensaje se pierde. ¿Por qué Letizia no da la talla como reina? Desvelamos el misterio.
2Una reina que no acepta consejos ni recomendaciones
Cuando Letizia se instaló en el palacio de la Zarzuela, la reina se convirtió en una especie de tutora cuya misión era prepararla para su nueva vida. Se dice que doña Sofía llegó a manifestar entonces, “Aunque no me gustas, haré de ti una reina”. Ciertamente, la reina emérita se aplicó a fondo para que su nuera cogiera la soltura que necesitaba. Sin embargo, parece que no quedó satisfecha con el resultado.
Uno de los grandes problemas de doña Letizia es que no acepta consejos ni sugerencias. Es esa seguridad en sí misma tan aplastante que tiene la que se convierte en su peor enemigo. La cuestión se agrava cuando aparece la desconfianza, algo muy habitual en su primera época en palacio. Creía que algunos de los miembros de su nueva familia estaban frotándose las manos mientras llegaba el momento del tropiezo. Esto hizo que se encerrara más en sí misma y no aceptara la mano que le tendió su suegra.