Quienes conocieron a Letizia Ortiz antes de matrimoniar con don Felipe no la reconocen. Y es que la periodista ha desarrollado una obsesión por estar siempre perfecta que la ha convertido en beauty victim. Lejos de mantenerse en un baremo de coquetería aceptable, la reina sobrepasa con creces lo recomendable. ¿Es su única manía? No, tiene otras. Te las desvelamos a continuación. Sigue leyendo.
8La reina impaciente
Si hay algo de lo que carece doña Letizia es de paciencia. Todo lo quiere al momento y no le gusta esperar. Es esta característica la que más le ha hecho sufrir en su trabajo como miembro de la familia real. Le gustaría que todo fuera más rápido y funcionara con la precisión de un reloj suizo. Pero ya lo dice el refrán, las cosas de palacio van despacio.
No podría decirse que la reina tenga un carácter dulce pero tampoco es la persona antipática que algunos han pintado. Lo que le ocurre a doña Letizia es que sus primeros años en Zarzuela han sido muy duros y no ha contado con el apoyo necesario para desarrollarse en su nueva vida. En parte, la culpa también es suya por creerse suficientemente preparada para algo que cuesta mucho sobrellevar si no lo aprendes en la infancia.