Mila Ximénez es uno de los rostros más emblemáticos de Sálvame. Es pensar en el programa y visualizarla. Su estilo, irreverente e impredecible, cuenta con una legión de seguidores y también de damnificados. No son pocos los que se han ido llorando del plató por sus desmanes.
No obstante, hay quienes le plantan cara. Makoke la denunció por las barbaridades que sobre ella dijo cuando sustituyó a su marido como colaboradora. Sobre Belén Esteban se explayó cuando estaba concursando en GHVIP. Quizás fuera en venganza por lo sucedido cuando estuvo tres meses de vacaciones forzosas. ¿Eres fan de Mila Ximénez? Te aseguramos que habrás cambiado de opinión cuando leas nuestras diez razones para odiarla.
3Diferencias más que evidentes
Si algo llama poderosamente la atención en Mila Ximénez es su rasero a la hora de medir los temas familiares. Una tarde, montó en cólera contra la directora de Semana porque había publicado en la revista un paseo de ella con su hija y nietos.
Sin embargo, le pareció de maravilla que Alba fuera a verla a Supervivientes y también que protagonizara exclusivas en ¡HOLA! Pero, como su palabra es ley, nadie puede decir nada ya que saca las uñas y araña sin avisar. Sin duda, Mila es la ley del embudo, lo ancho para mí y lo estrecho para vosotros. Realmente, quienes la rodean harían bien en recomendarle que hiciera meditación para alcanzar el zen.