“España es el país europeo más activo en reproducción asistida debido tanto a la alta calidad de los servicios médicos ofertados como a que se ofertan a un precio muy competitivo” dice el responsable de Reprofiv.
Esta declaración está avalada por el “Registro Nacional de Actividad 2015 – Registro SEF”, último registro publicado por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en el que se muestran, entre otros, datos relativos al número de centros de reproducción asistida con los que contaba nuestro país en 2015 (286 en total), número de nacimientos a través de técnicas de reproducción asistida (127.809 fecundaciones in vitro y 38.903 inseminaciones artificiales), edad de los pacientes, número de partos, etc.
En la actualidad, son muchas y muy diversas las causas por las que los pacientes acuden a clínicas de reproducción asistida.
La sociedad actual ha evolucionado, y lo ha hecho de tal manera que cada vez son más las mujeres que deciden alcanzar su plenitud profesional, retrasando con ello la maternidad.
El perfil de mujeres que deciden ser madres a pesar de no tener pareja, aquellas que poseen pareja del mismo sexo, las que tienen pareja de distinto sexo pero tienen problemas para engendrar un hijo, mujeres de edad avanzada que quieren evitar complicaciones, etc. ha ido incrementando paulatinamente en la última década.
En relación a esta última característica, según el mencionado Registro SEF, aproximadamente el 20% de las mujeres a las que se les realizó fecundación in vitro (FIV) utilizando sus propios óvulos eran mayores de 40 años, mientras que en el caso de FIV utilizando óvulos donados el porcentaje aumentaba en el caso de las mujeres mayores de 40 años hasta aproximadamente un 70%.
Según Reprofiv “el retraso de la maternidad es sin duda uno de los principales factores que afectan de forma negativa a la fecundidad. A mayor edad, menor fecundidad natural”.
Dado que el tiempo es, por tanto, primordial, es prioritario para las pacientes contar con profesionales del sector altamente cualificados, capaces de asesorar tanto psicológicamente como en cuanto a las necesidades médicas y con la tecnología más avanzada.