La prensa extranjera vuelve a agitar el fantasma del divorcio sobre las cabezas de don Felipe y doña Letizia. Sin duda, el tema está de máxima actualidad desde que ocurriera el rifirrafe entre reinas en la pasada misa de Pascua en Palma. La situación no es de ciencia ficción. Hace años los reyes ya estuvieron a punto de la ruptura. ¿Está la sociedad española preparada para afrontar un divorcio real? Te damos todas las claves.
1La monarquía, por encima de todo y de todos
Hace ya muchos años que Letizia Ortiz dejó de ser periodista para sumergirse en la familia real. Esto ha conllevado un lógico cambio en ella. Si algo ha aprendido a machamartillo es que la monarquía está por encima de todo, incluso de las personas. La reina sabe que aquí no se trata de lo que ella quiera, sino de lo que más convenga a la institución. Por otro lado, España no es el Reino Unido, donde se han producido sonados divorcios entre los hijos de Isabel II y Felipe de Edimburgo. El más mediático, el del príncipe Carlos y Diana de Gales. Posteriormente, Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson se dirían adiós pero de una manera muy cordial. También la princesa Ana se separó de Mark Philips.
En 2003, los reyes atravesaron una crisis de pareja que hizo temer lo peor. Al parecer, doña Letizia sentía que su marido no le daba la razón en sus disputas con ciertos miembros de su familia política. Por otro lado, la entonces princesa quería tener agenda propia. Desligarse un poco del rey para así poder centrarse en actividades que consideraba importantes y necesarias para la sociedad española.