Kiko Hernández ha regresado hace unos días de sus vacaciones en Francia. Parece que al colaborador no le han sentado del todo bien, y tiene motivos. Parece que lujoso lugar donde se alojó junto a sus hijas acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
Si bien podríamos tachar a Kiko de «tiquismiquis», ya que son 800 euros los que ha pagado por cada noche de hotel y no ha parado de quejarse, Hernández ha especificado con detalle la mala gestión y el mal trato que le han dado tanto a él como a sus pequeñas. Te contamos su cara y mala experiencia, su sueldo como colaborador, y cómo es su vida con sus dos hijas… a continuación.
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Sabemos que la vuelta de vacaciones no es agradable para nadie. De ahí viene el término «depresión post-vacacional». Cualquiera diría que es lo que tiene Kiko Hernández. Pero no. Lo suyo va más allá y así lo hizo saber en la tarde de ayer.
El colaborador de Sálvame manifestó públicamente su enfado y su descontento con el hotel en el que se alojaron él y sus dos niñas durante su estancia en París. Nos ha sorprendido el dineral que se ha gastado por cada noche en la capital francesa. 800 euros le costó la habitación, todo un esfuerzo para Kiko, ya que él siempre ha confesado ser un poco «tacaño».
«El retrete estaba sucio, había yogures escondidos debajo de la cama, y tuve que pedir dos cunas para las niñas que encima las tuve que montar yo. No tenían purés y lo que me trajeron estaba frío y no se lo pude dar a mis hijas». Ante esta situación, el colaborador optó por poner una hoja de reclamaciones.