Belén Esteban cree que su palabra es ley. Así las cosas, si durante dieciocho años Andrea Janeiro ha sido el pan que le ha dado de comer, ahora la tertuliana ha decidido que nadie puede hablar de la niña de sus ojos. Ante esto, Jesulín se planta. Tiene claro que se expresará sobre lo que considere oportuno y que no será la de Paracuellos quien le impida hacerlo sobre su hija.
16El declive de la Esteban
Cuando Andrea llamó al orden a su madre, prohibiéndola que la mencionara en los medios, así como recordándole que no era de su agrado que hablara de su padre, Belén tuvo que reinventarse. Fue entonces cuando empezó su declive mediático. De hecho, la rubia se jactaba de que no iba a las reuniones de Sálvame, las que se celebran previamente a la emisión del programa y donde se repasan los temas que van a tratarse, porque ella era el contenido.
La Esteban intentó remontar el vuelo cuando denunció a Toño Sanchís. Sin embargo, el tema no interesó por más que lo promocionaron en Sálvame. De ocupar las primeras sillas, pasó a la medianoche dado que ya no daba audiencia. Sin duda, todo un golpe para ella, que siempre se jactó de romper los audímetros.