La tensión se palpa en el ambiente y ya no hay nadie que aguante las impertinencias de los colaboradores de Sálvame. Cada vez van a peor y así lo demuestran. No respetan su turno de palabra, no escuchan al compañero que hablan, se pelean, discuten y se arrastran por los pelos. En vez de un programa de prensa del corazón se ha convertido en un circo. Muy poca gente aguanta cuatro horas viendo como los colaboradores se pelean por hablar o en su defecto, hablan a la vez. O gritan, que también se les da muy bien. Ayer David Valldeperas explotó en directo y se enfrentó con los colaboradores tras varios minutos de desesperación.
4Sálvame: de programa del corazón a un reality
Lo cierto es, que Sálvame más que un programa basado en la prensa del corazón y el entretenimiento se ha convertido en un reality. Un formato diario que está cuatro horas en directo y ahora, los sábados por las noches también. Al final, la carnaza del programa son los propios colaboradores y presentadores. No hay ninguna diferencia con un reality que muestre la vida de personas. Los propios colaboradores son quienes crean y recrean los temas para el programa. Interesa sus vidas, sus deudas, sus enemistades, los conflictos entre ellos.
No hay diferencia entre la casa de Gran Hermano y Sálvame. Pasan la gran mayoría del día allí y exponen sus vidas. Atrás quedaron las tertulias o los debates de programas antiguos donde habían otros patrones y otros valores establecidos. No sabemos si Sálvame se está apagando, lo que si que sabemos es que ha sufrido una transformación tremenda. Y no tiene nada que ver con el programa que hace nueva años empezaba sin saber, si funcionaría.