La reina Letizia siempre se ha mostrado un tanto reticente a que le hagan muchas fotos. Tanto a ella como, sobre todo, a sus dos hijas, Leonor y Sofía. Para ella, todo lo que salga de un acto público es sinónimo de «privacidad», sin darse cuenta que ellas representan el futuro de la corona española. Las protege en todo momento, a veces incluso intenta que pasen desapercibidas allá por donde van. Según las niñas iban creciendo han sido cada vez menos las fotografías existentes de las dos.
9Solo comida sana
La educación de las infantas Leonor y Sofía ha sido objeto de críticas por la rigidez que conlleva la misma y que muchos achacan a doña Letizia. Se comenta que la Reina es una madre muy estricta. En cuestiones alimenticias, las infantas tienen vetadas las chucherías. Este punto podría haber sido motivo de discusión entre la soberana y su suegra, acostumbrada a obsequiar a sus nietos pequeños con caramelos.
Doña Letizia es contraria a los fritos y el azúcar. De hecho, las infantas tan solo pueden comer huevo y patatas fritas una vez al mes. La Reina es fan incondicional de la comida saludable y este hecho ha obligado a modificar el menú del colegio Los Rosales, donde asisten Leonor y Sofía. La Reina ha conseguido que la verdura que se sirve a los alumnos sea ecológica y también la defenestración de los empanados. Estas modificaciones, aunque sanas, han conllevado un aumento en el precio del comedor, lo que ha hecho que algunos padres pongan el grito en el cielo.