El 2018 está resultando un año complicado para doña Letizia. La soberana tiene que lidiar con varios frentes abiertos de importante calado. Y lo que se suponía un cálido y dulce verano, tampoco lo será. Agosto se presenta como un mes horribilis para la Reina.
3Iñaki y Cristina, doble juego
Todo indica que las desavenencias entre la Reina, doña Sofía y las infantas Cristina y Elena vienen de atrás. Al parecer, doña Letiza se sintió muy poco apoyada cuando entró a formar parte de la Familia Real. Pronto descubrió que Iñaki Urdangarín comentaba cosas poco afortunadas sobre ella a don Felipe. El entonces duque de Palma actuaba con la complacencia de la infanta Cristina.
Cuando la Reina se enteró del juego de Urdangarín, cortó la relación, y hasta ahora. En el caso de doña Elena, ni se hablan. Si coinciden en público, se ignoran. Esto hace que la restitución institucional de la hija mediana de los Reyes Eméritos haya constituido un jarró de agua fría para doña Letizia. Sin embargo, don Felipe hizo lo correcto. No era justo mantener a su hermana apartada cuando no ha formado parte de ningún escándalo de corrupción.