Letizia Ortiz dejó de ser ella misma el día en que se convirtió en doña Letizia. Mucho ha llovido desde entonces. En el camino se han quedado secretos que la Reina quiso esconder bajo siete llaves pero no lo consiguió. Episodios que ocurrieron, algunos, durante su metamorfosis de plebeya a noble. Esto es lo que la Reina Letizia esconde.
3Una dolorosa renuncia
Para Letizia Ortiz no fue fácil tener que decir adiós a su trabajo de periodista. De hecho, intentó seguir llevándolo a cabo una vez convertida en princesa de Asturias: “Ella intentó seguir ejerciendo como periodista. Durante tres semanas realizó llamadas insistentemente, proponiendo incluso ocupar puestos sin gran relevancia. El entonces director de RTVE, José Antonio Sánchez, y yo nos reunimos con La Zarzuela para valorar las opciones, una de las cuales consistía en habilitar un despacho desde el que Letizia dirigiese programas especiales Pero era casi imposible mantener en secreto en qué iba a estar trabajando la princesa de Asturias. Todo acabaría por magnificarse. El asunto se llegó a consultar con otras Casas Reales europeas. Finalmente, la idea se desechó”, reveló una persona que trabajó con ella en TVE.
Quizás influida por la pena de no poder seguir ejerciendo su profesión, Letizia, en sus primeros tiempos, intentó trasladar su experiencia en televisión a su tarea en la Casa Real. No escuchó a quien le aconsejó que se equivocaba. A fuerza de errores, captó el mensaje aunque no lo haya puesto en práctica, formar parte de la familia real requiere cercanía y espíritu de sacrificio. Por tanto, colisiona con un horario fijo. La Corona por encima de todo, como siempre ha practicado doña Sofía.
La princesa imprudente
Durante los primeros meses de matrimonio, doña Letizia llevaba una libreta donde apuntaba todo lo que sucedía durante el día. Se trataba de una costumbre que adquirió siendo una niña. Ese diario pudo haber puesto a la Corona en serio peligro. Así se lo hizo ver don Felipe cuando se enteró. Lo descubrió de forma casual. Entonces, alarmado, advirtió del peligro que eso significaba en caso de pérdida o sustracción.
Hasta entonces, Letizia no veía nada malo en anotar en su libreta lo que acontecía en su vida diaria. Sin embargo, tras la explicación de su esposo, tomó conciencia y jamás volvió a poner en práctica semejante actividad. Enterados don Juan Carlos y doña Sofía, pusieron el grito en el cielo y tildaron de irresponsable a su nuera.
El mayor enemigo de Letizia
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín fueron muy cercanos a doña Letizia. Se daba la circunstancia de que el ex deportista mantenía una buena entente con don Felipe. Aunque se ha dicho que los Reyes cortaron con los Urdangarín tras el estallido del Caso Noos, la historia sucedió antes. Una auténtica vendetta de Iñaki, tan desalmada como innecesaria.
El ex duque de Palma se dedicaba a poner a don Felipe en contra de doña Letizia. Para ello, explicaba historias truculentas que tenían como protagonista a una princesa malvada. El Rey, para no desatar un tsunami, al principio calló. Hasta que un día se hartó y le paró los pies a su cuñado. Para entonces, Letizia Ortiz ya había descubierto el doble juego de Urdangarín. Para ella fue muy duro conocer que uno de los suyos, pues ambos eran plebeyos, la ridiculizaba y criticaba con vehemencia ante todo el que quisiera escuchar. Sin duda, el Iñaki que hoy duerme entre rejas puede considerarse como el mayor enemigo de la Reina Letizia en sus primeros años como miembro de la familia real.