A doña Sofía le llamó poderosamente la atención que su hijo ponía en el telediario de las tres de la tarde. Siempre que estaba en Zarzuela, don Felipe sintonizaba la 1 para lo que parecía era escuchar las noticias. Sin embargo, lo que realmente le interesaba era la presentadora. El príncipe movió los hilos para conocer a Letizia Ortiz. Un periodista amigo organizó una cena en su casa y allí pudo cumplir su sueño. Diecisiete meses después, la periodista lo dejó todo por la Corona. El reinado de Letizia está plagado de espinas. Las rosas abundan poco. Te contamos los motivos.
8La peor valorada
La nueva Letizia Ortiz mejorada no consiguió el milagro. Seguía propagando una imagen de frialdad y lejanía. Todo esto no hizo más que contribuir a su leyenda negra. Las comparaciones con doña Sofía la dejaban en muy mal lugar. De hecho, en las encuestas sobre la familia real, ella y don Juan Carlos eran entonces los peor valorados. Quizás, la princesa debería haber escuchado más a quienes le aconsejaban ciertos cambios en su manera de ejercer el cargo.
Cuando don Juan Carlos tomó la decisión de abdicar, hizo esta pregunta: “¿Está preparada Letizia para ser Reina?”. Le dijeron que sí y ahí empezó a escribirse una nueva página en la vida de la periodista. Si algo tenía claro es que su reinado no sería como el doña Sofía. Nada de inaugurar hospitales y visitar a enfermos. Quería ejercer a su manera. Llevaba un tiempo con perfil bajo y las críticas casi habían desaparecido. Y entonces ocurrió el episodio de la misa de Pascua en Palma.